Son las 4:30 p.m. de un día cualquiera, y camino a casa intento llevar el complemento de la cena. En mi agenda de mujer trabajadora con horario regular también incluyo el pelado de mi hijo, buscar un turno para asistir al odontólogo, comprar sellos en el correo y despachar con la abogada del bufete colectivo un trámite pendiente por meses.
Me ilusiona aprovechar el horario antes de ocuparme en labores hogareñas: segunda jornada laboral de una mujer cubana; pero son infructuosos los intentos de encontrar puertas abiertas a esa hora en la mayoría de los sitios que prestan servicios a la población.
Siempre supuse que cuando termina mi horario debía empezar o continuar el de esos centros. ¿Por qué funcionan al mismo tiempo en que cumplo con mi trabajo? Hasta las ventas online se hacen en el mismo horario en que yo y muchísimos más laboramos.
Se requieren más regulaciones en favor de los trabajadores, que son los más perjudicados en esta cadena de servicios, demandas y ofertas encerradas en el mismo tiempo.
Conozco experiencias fallidas en la extensión de horarios más allá de los coincidentes con la jornada laboral de las grandes mayorías, pero, ¿se habrán hecho los estudios de mercado y promoción de los servicios? Parecería, simplemente, cumplir una indicación, sin pensar en quién está al otro lado del mostrador.
Encontrar la fórmula perfecta para adaptar el horario a las necesidades del pueblo trabajador es cuestión de ciencia, de lógica, de modificar todo lo que deba ser modificado y muchas veces de la experiencia… no de rutinas.
La prestación de servicios coincidente con la jornada laboral es la multiplicación de pequeños problemas, pues también lo son para quienes deben brindarlo.
Ni complejas fórmulas matemáticas ni rutinas preestablecidas, solo equilibrio. Tal vez sumarle ciencia y claves de investigación con mente abierta al cambio. Una práctica que mucho puede aportar a la disciplina, la asistencia y puntualidad en los centros laborales.
?y si el usuario del servicio pudiera hacer una cita? Porque es cierto que los servicios fuera de la jornada laboral perjudican a los trabahadires de esos centros pero también lo es que son necesarios pq de lo cobtrario se afectan las personas o la jornada laboral.
Eso es muy normal que suceda y más ahora con el tema del ahorro de energía, después de las 2 pm no se coge ni al culpable en ninguna oficina de trámites
Muy bueno el artículo;pero los trabajadores que atienden esas oficina tambien están en la misma situación…..hay que buscar alternativas que nos beneficien a todos….
Muy acertado el articulo, pero más personas se verian reflejadas en el si en vez de decir mujer trabajadora diria persona trabajadora por que a los hombres que trabajamos y atendemos a nuestra familia nos pasa igual y aveces hasta peorm Buen articulo. Muchas gracias