Cienfuegos en 26: rescatan una joya patrimonial

Con más de 180 años de haber sido establecido en la barriada periférica de Reina, en la ciudad de Cienfuegos, lógicamente el deterioro se ha hecho notable en la necrópolis que lleva el mismo nombre y que constituye hoy una joya patrimonial.

Según trascendió en el perfil en Facebook del Arquitecto Irán Millán Cuétara, diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, Héroe del Trabajo de la República de Cuba y director de la Oficina del Conservador de la urbe cabecera de esa provincia, las labores avanzan de manera paulatina, a pesar de las limitaciones financieras y de recursos.

Un colectivo de albañiles especializados y ayudantes realizan las labores de mejoramiento, las cuales contribuir a detener o al menos apaliar los efectos del tiempo y de las inclemencias climatológicas.

Reseña el Arquitecto Millán Cuétara que la necrópolis, por sus notables valores patrimoniales, fue declarado Monumento Nacional el 30 de enero de 1990 y es el único en el país que conserva una tipología similar al antiguo Cementerio de Espada, en La Habana, de muros perimetrales con nichos de enterramientos verticales, capilla al centro y fondo y portada edificio administrativo al frente.

En él existen bóvedas, panteones y esculturas de mármol de Carrara, con trabajos en metal y lápidas con relieve que custodian las primeras familias que se asentaron en Cienfuegos y destacadas personalidades de la localidad.

Como parte del patrimonio cienfueguero, entre otras, existen dos importantes obras que distinguen a la Perla del Sur en el universo de las construcciones funerarias cubanas: los cementerios de Reina y el Tomás Acea, ambos, únicos con características exclusivas en el país.

Entre las esculturas que sobresalen en el de Reina está la de La Bella Durmiente, obra del un escultor italiano, alrededor de la que se ha tejido toda una leyenda debido al misterio que envuelve a quien reposa bajo sus pies. Ha devenido todo un símbolo del camposanto por su belleza artística, la perfección y suavidad de sus líneas y la materia con que el anónimo escultor modeló la piedra.

(Referencias históricas tomadas de Ecured).

Acerca del autor

Ramón Barreras Ferrán

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Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.