Cienfuegos.— Un buen puñado de historias de superación y compromiso se respiran a cada paso por la Refinería Cienfuegos S.A. Aquí, el día a día es una catarata de emociones, donde la meta se define con una palabra de fácil comprensión, pero difícil de concientizar para algunos: cumplir…
“Uno de los objetivos que más disfrutamos a pocos días de celebrar en la provincia el acto central por el 26 de Julio es mantener un coeficiente de disponibilidad técnica por encima del 95 %, con el equipamiento tecnológico de plantas en proceso”, afirmó Irenaldo Pérez, gerente general del centro.
“Hemos logrado una confiabilidad operacional que nos permite refinar todo el crudo que el país compra. El esfuerzo de los trabajadores logra el buen funcionamiento de la planta, a pesar de enfrentar duras pruebas como la COVID-19 y la compleja situación económica, donde el bloqueo estadounidense cada vez se recrudece más”.
Asegura el directivo que la masa laboral se esfuerza e innova. Recuperar piezas de repuesto es tarea inmediata. “Encuentran soluciones alternativas. Son vitales para que los equipos alcancen los índices de confiabilidad necesarios. Muchos de esos procedimientos se realizan a pie de obra. Tienen interiorizada la necesidad de fortalecer aún más la invención”, argumentó.
“No quiero dejar de señalar que hemos cumplido con los planes que teníamos pactado, pues cada crudo tiene su rendimiento típico. Ahí también destaca la inteligencia de nuestros trabajadores, pues su aptitud ha permitido procesar diferentes tipos de crudos”, aseveró.
Irenaldo se enorgullece de ser un producto de la instalación. “Acá se potencia el vínculo con los obreros. Lo viví desde que me inicié laboralmente como ingeniero químico. No hay proceso ni objetivos que se logren sin el contacto directo con ellos. Somos una familia, puede haber inconformidades lógicas, pero el diálogo y la búsqueda de soluciones no faltan”.
Mujer: fuerza renovadora
Eledis Castillo se graduó de Ingeniería Energética Nuclear. Tras fallar el proyecto de la Central Electronuclear de Juraguá no se desanimó y luego de otras experiencias, volcó su pasión laboral en esta casa gigante.
“Trabajé un tiempo en la Escuela de Hotelería y Turismo. Tenía mi niña pequeña, y las opciones laborales eran en prestación de servicios, algo complicado. Se dio la posibilidad de incluirme en la refinería y aproveché pues pude desempeñarme como ingeniera. Ya son 15 años en el grupo de Servicios Técnicos de Mecánica, el cual diagnostica el estado técnico de los equipos”, explicó.
La especialista agradeció el apoyo de sus compañeros. Más cuando por diversas razones ha tenido que sustituir a los responsables de su área. “Cumplen con lo que les indico. El respeto prima siempre aunque soy la única mujer entre 24 hombres. Trabajar acá es un acierto. La formación profesional que recibí me permitió adaptarme. Estoy cómoda en esta Planta. Existe un nivel alto de compromiso y familiaridad. Eso vale mucho”.
La innovación para cualquier cerradura
Ramiro Rodríguez y Jorge Lanza son dos leyendas de la refinería. Sus conocimientos e innovaciones han evitado dolores de cabeza.
“Soy fundador del centro y estoy orgulloso”, expresó Ramiro. “Fui captado muy joven para ir a estudiar a la Unión Soviética la carrera de Refinación de petróleo y gas. Al regreso nos percatamos de la importancia de la innovación y nos volcamos en su impulso.
“Tenemos esas ideas almacenadas, gracias a ellas muchos proyectos han salido adelante. Contamos con un buen taller para llevarlas a cabo. Nuestros especialistas se superan cada día. Gracias a su labor e inventiva la producción no se detiene. Hacerlo sería costoso”.
Ramiro se jubiló recientemente, pero la palabra retiro no la conoce.
“Fui jefe de turno, responsable de ingeniería de procesos y ahora instructor. Esta es mi casa. Nos relacionamos mejor que los amigos. Te aseguro que como familia”, acuñó.
“Trabajo en mantenimiento”, enfatiza Jorge Lanza. “Somos como los médicos. Velamos por la salud de la refinería”, asegura sonriendo.
“Luchamos contra la escasez de piezas, el bloqueo. Tenemos que inventar para echar palante. Tratamos que las roturas sean cortas. Lo hacemos con ingenio y mucho sentido de pertenencia, sin olvidar el amor por tu especialidad.
“Soy ingeniero mecánico. Aquí eso se traduce en crear, solucionar un problema. Intento inculcárselo a los más jóvenes. Si lo logro lo disfruto. No escondo conocimientos, me gusta compartirlos. Respondo por los proyectos integradores y estoy vinculado a la Universidad Carlos Rafael Rodríguez. Disfruto esa labor, el fruto se ve cuando los estudiantes pasan por aquí y al final desean incorporarse al grupo” recalcó.
¿El sindicato?, nunca detrás del buró
“El sindicato desempeña un papel fundamental en la refinería. Es la base de los trabajos y las orientaciones que emanan de la dirección del país o de la empresa”, dijo Camilo Villalobo, secretario del buró sindical.
“Llevamos varios años realizando una labor metódica. Somos muy activos con la atención al hombre. Tratamos de encontrar la forma o el método para que el trabajador se sienta representado.
“Reticencias siempre existirán. De esos también debemos aprender y tratar de sumarlos a los muchos que nos ayudan. Tenemos el apoyo del Partido y de la dirección de la empresa. Juntos logramos que la masa laboral esté motivada a involucrarse en el proceso productivo de una Planta que es muy importante para la nación…”.
La familia de la Refinería Cienfuegos S.A. no necesita que le digan cosas bonitas al oído. Lo agradece, pero se enorgullece de ser una de las joyas económicas que más brillan en esta provincia.