El Parque Museo Ñico López, otrora cuartel Carlos Manuel de Céspedes, en la provincia de Granma, no es solo sitio de obligada visita, sino escenario de conmemoraciones importantes, encuentros de varias generaciones y eventos culturales.
Al mismo tiempo que el cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, vivió los heroicos sucesos del 26 de julio de 1953, que marcaron el Día de la Rebeldía Nacional. Detrás del singular inmueble de muros amarillos, ubicado en la calle Abigail González número 57, de Bayamo, se exponen, entre otros, objetos personales de Antonio López Fernández (Ñico) y la cámara fotográfica con la cual se hicieron las imágenes de los jóvenes asesinados aquel día de julio.
También se muestran las mesas de mármol rojo, blanco y negro, creadas por diseñadores cubanos, donde reposaron las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en los días de diciembre del año 2016, camino a Santa Ifigenia, y donde recibiera popular tributo.
Asimismo, una maqueta de la residencia de los padres de Melba Hernández, donde se confeccionaron los uniformes de varios de los jóvenes que protagonizaron el histórico asalto.
Una acogedora arboleda, en la que sobresale un monte de más de 50 palmas reales rodea la institución, declarada como Monumento Nacional en el 2014 por su valor histórico y donde se fomenta el conocimiento y cuidado de nuestras tradiciones.