El presidente de Estados Unidos Joe Biden arribó este miércoles al aeropuerto Ben Gurión, cerca de Tel Aviv, para su primera gira por Oriente Medio desde que asumió el cargo en enero del 2021.
El periplo le llevará el viernes a la ciudad de Belén, Cisjordania, donde tendrá una breve estancia para entrevistarse con el líder palestino Mahmud Abbas, y luego a Arabia Saudita. Le acompaña el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken, y el asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan.
El mandatario estadounidense fue recibido por el nuevo el primer ministro israelí, Yair Lapid, quien reconoció que en sus encuentros abordarían “la necesidad de restaurar una coalición mundial fuerte que detenga el programa nuclear iraní”; mientras que Biden prometía “reforzar aún más” los vínculos con Israel, especialmente a través de una asociación de “los sistemas de defensa más sofisticados del mundo”.
Organizaciones palestinas entienden este viaje como una nueva evidencia del respaldo del gobierno estadounidense a la ilegal ocupación israelí y una ‘tapadera’ a los crímenes de Israel.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (Hamas), por ejemplo, advirtió que la formación de alianzas militares que incluyan a Israel y la promoción de la normalización árabe-israelí, dos de las principales metas de Biden en esa visita, constituyen un peligro estratégico para la causa palestina y los intereses de la región de Asia Occidental.
El gobierno palestino encabezado por el presidente Mahmud Abbas ha dicho, por su parte, que tiene pocas expectativas. Nabil Amr, asesor de Abbas, declaró que “No esperamos un cálido abrazo como el que Biden dará a los israelíes”.
Para muchos palestinos el más reciente punto de fricción con Estados Unidos tuvo lugar en mayo, tras el asesinato de la destacada periodista de Al Jazeera Shireen Abu Akleh, quien fue tiroteada cuando cubría una incursión del ejército israelí en Cisjordania ocupada.
La ONU confirmó que la reportera palestino-estadounidense había muerto por disparos israelíes, pero Washington apuntó que no hay evidencia de que hubiera ocurrido intencionalmente. A la solicitud de la familia de ser recibidos por Biden durante la visita, la Casa Blanca respondió con otro agravio, al derivar en encuentro hacia un supuesto encuentro directo con el Secretario de Estado Antony Blinken en Washington.
Shireen Abu Aqleh’s family accused US administration of shielding Israel from accountability for Shireen’s killing, saying: «If Shireen was killed in Ukraine, I’m 100% sure the reaction would have been completely different» pic.twitter.com/rhsePjeucG
— V PALESTINE 🇵🇸 (@V_Palestine20) July 13, 2022
A pesar de las promesas de campaña realizadas por Biden, hasta el momento el líder demócrata no respondido a las principales demandas palestinas que, entre otras acciones, le reclaman que rectifique las medidas adoptadas por su predecesor Donald Trump, quien colocó a la Organización para la Liberación Palestina (OLP) en la lista de organizaciones terroristas y cerró su representación oficial en Washington.
El mandatario republicano también ordenó clausurar el consulado de EE. UU. en Jerusalén oriental, tras reconocer a Jerusalén como la capital de Israel; eliminó la ayuda financiera estadounidense a la Autoridad Palestina desde agosto del año 2018; y amparó los asentamientos ilegales impulsados por Israel en Cisjordania.
Para el escritor árabe Hani Al-Masry “La visita es formal, marginal y no tiene ningún efecto sobre la causa palestina”, pues el respaldo de Biden a la solución del conflicto entre Israel y Palestina mediante un acuerdo que reconoce la existencia de dos Estados es solo un cheque sin saldo para los palestinos, mientras firma con las autoridades israelíes acuerdos por valor de miles de millones de dólares.
Precisamente, en su primer discurso al arribar esta tarde a Israel, el presidente Biden señaló que la solución de dos estados es la mejor vía para poner fin al conflicto israelo-palestino, pero enfatizó que no es visible en el horizonte cercano.
En Arabia Saudita, Biden participará en la Cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, a la que también están invitados los dirigentes de Jordania, Egipto e Iraq.
La prensa israelí ha reconocido que el objetivo del viaje de Biden a Oriente Medio es renovar el compromiso de Estados Unidos con la región y crear un frente entre los países árabes e Israel para contrarrestar las estrategias regionales y militares de Irán.
El presidente de esa República Islámica Ebrahim Raisi advirtió en un comunicado que «si las visitas de los funcionarios estadounidenses a los países de la región son para fortalecer la posición del régimen sionista y normalizar sus relaciones con algunos países, sus esfuerzos no brindarán seguridad» a Israel.
El periplo apenas comienza y todo parece indicar que solo añadirá leña al fuego que desde hace mucho arde en esa región del planeta.