Tras intensos debates sobre el uso de las investigaciones e innovaciones en el campo de la enseñanza escolar culmina hoy en Cuba el II Congreso Internacional: Ciencia y Educación.
Uno de los temas de análisis del cónclave presencial y virtual, con la participación de delegados de 13 naciones, fue el papel de las ciencias sociales para el desarrollo integral de un país.
En tal sentido, el presidente de la cátedra Ciencia Tecnología y Sociedad de la Universidad de La Habana, Jorge Núñez explicó que en Cuba está ocurriendo un fenómeno interesante gracias a un significativo esfuerzo para aprovechar al máximo los conocimientos.
No solo el que ya tenemos, sino el que podemos obtener para resolver los grandes problemas del desarrollo, no solo en la educación, sino en el ámbito de la producción agropecuaria y la conducción de los asuntos públicos, señaló Núñez.
En todas esas esferas el país está haciendo un esfuerzo para adelantar procesos innovadores y transformaciones basadas en el conocimiento dentro las cuales las ciencias sociales tienen un papel importante.
Estas deben hacer una contribución significativa para enlazar la teoría con las buenas prácticas para los procesos del desarrollo.
Núñez destacó la atención que le concede el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, a las ciencias sociales, pues todo el saber de una manera u otra está ligado a la agenda de desarrollo hasta 2030, siempre con el amparo de la Constitución aprobada en 2019.
La visión de nación demanda de conocimientos para mantener la soberanía, independencia, democracia, socialismo y así alcanzar la prosperidad y sostenibilidad, aseguró el experto.
Si Cuba aspirara a ser un país dependiente, con capitalismo vulgar, excluyente y apostara por la insostenibilidad ambiental no necesitaría de los saberes, comentó el catedrático caribeño.
La nación formó a muchos profesionales, y por decirlo de algún modo, existe en Cuba un sector del conocimiento próspero, pero queremos mejorar el uso social de todo ese caudal, manifestó.
Es importante la innovación, no desde el enfoque del mercado, sino vista desde el prisma de la creatividad y solución de problemas, remarcó el académico antillano. (PL)