El fiscal Rubén Lafourcade Calzado asistió al IX Congreso de la Unión de Jurista de Cuba que sesionó hasta el miércoles último en La Habana. Estuvo invitado esta vez, decisión avalada por una trayectoria laboral de casi cinco décadas de servicios en el sector jurídico. Con este suman ocho los cónclaves de ese tipo a los que ha asistido.
Cuenta que influenciado por las películas que tratan el tema de la aviación, desde niño soñaba convertirse en piloto y con esa intención, tras concluir los estudios preuniversitarios, optó por una carrera militar.
“Estaba en la escuela del Ministerio del Interior Hermanos Marañón, de Santiago de Cuba, cuando comenzaba a gestarse la nueva estructura judicial en Cuba, que incluía la creación de la Fiscalía General de la República como una institución jurídica independiente, pero faltaba fuerza calificada para garantizar los cambios.”
“Me encontraba movilizado en tareas de la zafra azucarera de 1970 en la zona de Limpio del Toro, Banes, actual provincia de Holguín, cuando me propusieron el cambio de perfil. Acepté, me liberaron del Minint y comencé a estudiar Ciencias Jurídicas.
“En realidad, aunque suponía renunciar a mis sueños de infancia, acepté por un compromiso con la Revolución y el Partido, y porque estaba consciente de la importancia de asumir el desafío.”
¿No tuviste sentimientos de frustración?
“Ningún remordimiento. Al principio me sentía un poco extraño, pero en la medida en que me fui familiarizando con la materia iba adquiriendo más conciencia de su importancia.”
Se graduó de licenciado en Derecho en el año 1975 en la Universidad de La Habana, pero mucho antes comenzó su vida laboral. “En 1973 cursaba el cuarto año de la especialidad y fui designado como Fiscal Regional en Manzanillo. Luego ocupé el cargo de Fiscal Jefe del entonces territorio Tunas-Puerto Padre”, reseña.
A Las Tunas llegó para suplir en el cargo, por un tiempo, al colega Esquicio Mastrapa por su traslado a Holguín. Y ya no se fue más de esa ciudad que lo acoge con cariño demostrado y de manera recíproca él también la ama, un sentimiento compartido a partes iguales con su natal Santiago de Cuba.
Ya suma casi 50 años, medio siglo en que ha aprendido mucho y ha enseñado bastante, pues ha simultaneado sus funciones principales con el estudio, ya como profesor, ya como alumno de diferentes cursos de postgrado.
Lafourcade es fundador de la Fiscalía General de la República, una institución que salvaguarda la legalidad socialista; y, de la Unión de Juristas de Cuba, de la cual fue presidente en la provincia de Las Tunas en dos mandatos, incluido el primigenio.
Rubén Lafourcade Calzado cumplió las siete décadas de vida y por estos días corona su currículo vitae desde el Departamento de Protección a la Familia y Asuntos Jurisdiccionales, en el que atiende quejas de la población y procesos de revisión en materia penal. Al mismo tiempo ejerce como vicepresidente de la Junta Directiva Provincial y presidente del Capítulo de la Sociedad Cubana de Derecho Procesal.
Muchas felicidades a este noble jurista.