Millones de personas se unen a las filas de la pobreza y el hambre debido a conflictos, eventos climáticos, efectos de la pandemia y la guerra en Ucrania, advirtió hoy la ONU.
Un informe de la ONU exhorta a actuar antes de las catástrofes y alerta que una crisis alimentaria generalizada se avecina, según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Bajo el título Puntos críticos del hambre: alerta temprana de inseguridad alimentaria aguda, ambas agencias reiteraron que los conflictos, las condiciones climáticas extremas, la crisis económica, la deuda pública excesiva, los efectos de la Covid-19 y el impacto del conflicto en Ucrania empujan a millones de personas a la pobreza y el hambre.
Advirtieron, además, que los aumentos en los precios de los alimentos y el combustible generan inestabilidad en un número creciente de países y regiones, caracterizados por la marginación rural y sistemas agroalimentarios frágiles.
El documento lista 20 puntos donde se prevé un empeoramiento del hambre aguda entre junio y septiembre de este año, e insta a una acción inmediata para salvar vidas y medios de subsistencia, y prevenir la hambruna.
Se espera que los efectos de la situación en Ucrania sean particularmente agudos donde la inestabilidad económica y la inflación se combinan con caídas en la producción de alimentos, y eventos climáticos como sequías recurrentes o inundaciones, señala el texto.
Entre esas zonas están el este de África: Somalia, Etiopía y Kenya, con una cuarta temporada consecutiva de sequía, mientras Sudán del Sur encarará su cuarto año seguido de inundaciones a gran escala con devastaciones en los cultivos y la producción ganadera.
La FAO y el PMA también prevén lluvias por encima del promedio y un riesgo de inundaciones en el Sahel, una temporada de huracanes más intensa en el Caribe y lluvias por debajo del promedio en Afganistán.
Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen permanecen en “alerta máxima”, como puntos críticos con condiciones catastróficas, en tanto que Afganistán y Somalia se agregan a esta categoría.
En los seis países hay población en fase de desastre o en riesgo de ella, con hasta 750 mil personas que afrontan el hambre y la muerte, de ese total 400 mil viven en la región de Tigray en Etiopía.
La República Democrática del Congo, Haití, el Sahel, Sudán y Siria están clasificados de críticos, a los cuales se sumaron Sri Lanka, Benin, Cabo Verde, Guinea, Ucrania y Zimbabwe, además de Angola, Líbano, Madagascar y Mozambique, al igual que Haití, única nación de América Latina y el Caribe.
Para la FAO la situación actual es mucho peor que la crisis de precios de los alimentos de 2007-2008, en tanto para el PMA el mundo se enfrenta a “una tormenta perfecta que no sólo dañará a los más pobres de los pobres, sino también abrumará a millones de familias que hasta ahora han mantenido la cabeza a flote”.
(Tomado de Prensa Latina)