«No voy a la Cumbre porque no se invita a todos los países de América y yo creo en la necesidad de cambiar la política que se ha venido imponiendo desde hace siglos, la exclusión, el querer dominar sin razón alguna, el no respetar la soberanía de los países, la independencia de cada país. No puede haber Cumbre de las Américas si no participan todos los países del continente», dijo este lunes el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador en su habitual conferencia de prensa matutina.
Amlo había anunciado semanas antes la posibilidad de su ausencia si Estados Unidos insistía en abusar de su condición de anfitriona del evento regional para excluir a algunos países: “Es seguir con la vieja política de intervencionismo, de falta de respeto a las naciones y a sus pueblos. Yo tengo muy buena relación con el presidente (Joe) Biden, es un hombre bueno, pero en este caso siento que hay muchas presiones de los Republicanos”, comentó.
Medios locales habían citado días atrás a Juan González, principal asesor del jefe de la Casa Blanca para América Latina, quien aseguró que Biden “quiere personalmente” que López Obrador lo acompañe en la apertura de la Cumbre, algo que evidentemente no sucederá.
Amlo se suma a la lista de los ausentes voluntarios en la que ya figuran la inmensa mayoría de las naciones miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom), así como los presidentes de Bolivia (Luis Arce Catacora) y de Honduras (Xiomara Castro), quienes también criticaron la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela por motivos políticos.
Otro que tampoco recibió invitación oficial fue el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei: “A este país se le respetaba y se le respeta la soberanía”, dijo en referencia a la actitud del gobierno estadounidense de inmiscuirse en asuntos internos de la nación centroamericana, específicamente en el nombramiento de María Consuelo Porras como fiscal general por otros cuatro años, jurista a la que EE.UU. acusa de ser un “actor corrupto”.
Mientras tanto, una coalición de más de 150 organizaciones de todo el país y especialmente de Los Ángeles, ultiman detalles para acoger de forma paralela la Cumbre de los Pueblos por la Democracia: “Como la Cumbre de las Américas de (Joe) Biden está marcada por la exclusión y la imposición de una agenda política, nuestra Cumbre reunirá diversas voces de todas las Américas”, afirmó Manuel De los Santos, director de The People´s Forum, uno de los movimientos organizadores para quienes el lema del evento oficial —Construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo— no es más que pura retórica.
El Gobierno de Cuba, por su parte, divulgó este lunes una declaración en la que reconoce que “No existe una sola razón que justifique la antidemocrática y arbitraria exclusión de país alguno del hemisferio de esa cita continental. Es algo que las naciones de América Latina y el Caribe advirtieron desde la VI Cumbre celebrada en Cartagena de Indias, en 2012”.
El texto añade que “Entre la soberbia, el temor a que se escuchen verdades incómodas, el empeño en evitar que la reunión delibere sobre los temas más urgentes y complejos del hemisferio, y las propias contradicciones de su endeble y polarizado sistema político, el gobierno estadounidense optó nuevamente por la exclusión como recurso para tratar de lograr un evento sin aportes concretos, pero provechoso para la imagen del imperialismo”.
“Cuba agradece y respeta la digna, valiente y legítima posición de numerosos gobiernos en defensa de la participación de todos, en igualdad de condiciones”, recalca la Declaración.
En días recientes se supo de la negativa de visa para ingresar a Estados Unidos a una veintena de actores sociales, artistas, activistas de minorías raciales y religiosas, que desde Cuba pretendían asistir a la Cumbre de los Pueblos, hecho que fue denunciado por los organizadores del evento.
“La denegación de sus visados es una afrenta a los mismos valores democráticos que el gobierno estadounidense y su «Cumbre de las Américas» pretenden defender — dice la petición enviada por el Comité Organizador—. Con esta decisión y la exclusión de Cuba de la Cumbre oficial de Biden, se le ha negado a Cuba una voz en las discusiones vitales sobre la democracia, la integración y la cooperación regional”.