Similar al hecho del pez que no pica a la hora de pescar, le sucede a un tractor con una picadora que se torna complicada su presencia en la actividad de preparación de los estanques de tierra, en el Centro de Alevinaje del municipio de Morón, situado al norte de la provincia de Ciego de Ávila.
En el encuentro que sostuvo con los trabajadores de esa instalación, Héctor Gallinar García, funcionario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, como parte de la visita integral de este organismo al territorio avileño, se conoció que la no tenencia de un equipo de ese tipo en el inventario de la unidad, afecta la calidad de su proceso productivo porque todos los cultivos de peces requieren de que su alberca este bien chapeada y roturada.
Esa cultura del detalle no habita en la unidad moronense de la Acuicultura, donde el problema se ha convertido, más que un planteamiento histórico, en una tempestad en aguas tranquilas, si se tiene en cuenta que la inquietud salió a relucir hace tres años en la asamblea de balance de la Empresa Industrial Pesquera Epivila, la cual cuenta con presupuesto para adquirir el medio, pero no ha encontrado un proveedor que le venda dicho equipo agrícola, explicó Ramón Pardo Ávila, director de esa Unidad Empresarial de Base.
Otro asunto inquieta tanto como la mencionada prestación del servicio que depende de favores. Escasea el pienso industrial y no cuenta el colectivo con alimentos alternativos, lo que repercutió en el cumplimiento de los planes de producción de larvas, alevines y ciprínidos al 87.3, 62.4 y 37.5 %, respectivamente, en el 2021.
Tal situación se agudiza en el presente año. El médico veterinario Yosvani Pérez Valdés, ejemplifica: «Cuando empezamos a prepararnos para la nueva campaña en enero pasado, recibimos el pienso el día 26; en abril estuvieron los animales sin comer 18 días y en el presente mes llegó el alimento el día 10.
«Yo atiendo la reproducción de la tilapia y no cumplo el plan de larvas porque en el cuarto ciclo, como una medida de nuestra empresa, me mandaron a desmontar el banco de reproductores porque no había comida».
Ante la pregunta por parte de los visitantes de la organización partidista: ¿Cuál fue la afectación en el orden financiero?, Yurisleidys Durán, económica del centro, subrayó: «Resultan fatales los resultados porque no podemos llevar a 10 gramos los alevines y bajan los porcentajes de supervivencia de estos animales en las respectivas especies, por la escasez de alimentos…».
En estos asuntos, el Consejo de Dirección de Epivila, entidad a la que pertenece la estación de alevinaje de Morón, tiene que meterse para las profundidades porque, según trascendió en el encuentro, persisten también allí chapucerías en el proceso inversionista por parte del contingente de la construcción Cuito Cuanavale.
Tal como sugería este medio de comunicación hace dos años, acerca de la necesidad de anclar tempestades en la industria pesquera avileña, se mantiene la exhortación, ya que la entidad ha pescado pérdidas económicas en los últimos años por significativas limitaciones materiales, pero también a causa de problemas subjetivos que engordan sin echarle pienso.
Acerca del autor
Licenciado en Comunicación Social. Economista y periodista. Escribe sobre asuntos económicos, agropecuarios, de la construcción y la cultura. Multipremiado en concursos de periodismo, festivales de la radio y otros eventos. Atesora las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gomez García, los sellos Laureado y 50 aniversario del periódico Trabajadores, y la Moneda Conmemorativa 60 aniversario de la UPEC.