La ofensiva militar rusa y de las fuerzas de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk continuó esta semana, cuyo principal objetivo es la liberación total de la región de Donbass de las tropas ucranianas.
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, aseguró este viernes que la operación bélica avanza según lo previsto, al comentar declaraciones del jefe de Estado belaruso, Alexandr Lukashenko, quien dijo a la agencia de noticias AP que, en su opinión, el despliegue ruso en Ucrania se había alargado más de lo que esperaba.
La víspera, el vocero adjunto del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Alexei Záitsev, afirmó que las conversaciones de paz entre Moscú y Kiev están estancadas.
En opinión del representante de la Cancillería rusa, los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que supuestamente están a favor de un pronto cese de las hostilidades, hacen todo lo posible para evitarlo.
“El suministro de armas a Ucrania está aumentando, su escala se estima en miles de millones de dólares. Solo Washington envió productos militares por valor de tres mil 800 millones de dólares”, advirtió.
Záitsev indicó que Reino Unido, Francia, Canadá, Polonia y los países bálticos también participan de manera activa en la entrega de armamento a Kiev. “Esto conduce a más hostilidades, más destrucción de la infraestructura civil y más bajas civiles”, dijo.
Subrayó que las declaraciones de los políticos ucranianos sobre su falta de voluntad para negociar con Moscú solo confirman la importancia de implementar los objetivos establecidos por Rusia de desmilitarización y desnazificación de Ucrania.
Sobre la situación económica de la nación euroasiática, se confirmó que el presupuesto federal recibirá 414 mil millones de rublos (unos seis mil 223 millones de dólares) de ingresos adicionales por venta de petróleo y gas en mayo, informó el Ministerio de Finanzas ruso.
Entretanto, este sábado entró en vigor la orden del Ministerio de Industria y Comercio que facilita las importaciones paralelas de 56 categorías de productos necesarios para el funcionamiento de las instalaciones de producción como una amplia gama de bienes para el sector de consumo.
La decisión es parte de las medidas implementadas por el país para hacerle frente a las más de 700 sanciones económicas, financieras y comerciales aplicadas por Occidente desde mediados de mayo, la mayoría después de la operación militar rusa en Ucrania.
(Tomado de Prensa Latina)