Luego de las intensas jornadas vividas en los centros laborales, en los barrios y en el desfile del Primero de Mayo en la Plaza de la Revolución, los representantes de más de 25 naciones compartirán sus experiencias en tres comisiones organizadas en torno a La solidaridad con las causas justas de los pueblos; La crisis económica mundial, La COVID-19 y el derecho de los pueblos a la vida; y La unidad en la diversidad en la lucha antimperialista de los pueblos.
El cierre de la jornada será en plenario, donde todos los delegados conocerán las relatorías de cada comisión y se espera una declaración final que condene el bloqueo económico, comercial y financiero de EE. UU. contra Cuba, así como todas las medidas coercitivas y unilaterales imperiales con las que castigan a los pueblos que no se dejan doblegar por el imperio del capital.
El primer Encuentro Mundial de Solidaridad con Cuba tuvo lugar en noviembre de 1994, en el teatro Karl Marx de la capital cubana, justo cuando, tras el derrumbe del socialismo en Europa, daban por perdida a la Revolución. En esa ocasión, el país antillano recibió cerca de 2 mil 500 personas de 108 países, entre ellas 77 parlamentarios de América Latina, Europa y África, y los premios Nobel de Literatura Gabriel García Márquez y Wole Soyinka, y los de la Paz Rigoberta Menchú y Adolfo Pérez Esquivel. Las sesiones de entonces estuvieron presididas por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
De entonces a la actualidad se hizo habitual convocar este tipo de Encuentros, y se asentó la idea de desarrollarlos en torno al 2 de mayo, como cierre de la participación de sindicalistas y amigos extranjeros en el multitudinario y colorido desfile del Primero de Mayo.
Tras dos años de pausa pandémica, en los que el evento se organizó de manera virtual, el comité organizador — integrado por la CTC, el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, la Federación de Mujeres Cubanas, los Comités de Defensa de la Revolución y otras organizaciones— decidió ampliar las jornadas del Encuentro e incluir en ellas las visitas a centros laborales y comunidades, los dos escenarios donde más huella ha dejado la política hostil de Estados Unidos contra el pueblo de Cuba.
Este año los más mil 500 delegados, divididos en grupos, visitaron en la mañana del sábado 30 de abril el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB); la Escuela Superior de Alto Rendimiento Cerro Pelado; el Hotel Nacional de Cuba; la Empresa Productora de Ómnibus “Evelio Prieto Guillama”; la Cooperativa No Estatal AUTOCHAPT; LABIOFAM; el Palacio Central de Computación y la Electrónica; la Caribbean Drydock Company S.A; la Industria Molinera de Regla y la Empresa Eléctrica de La Habana.
En la tarde, compartieron con vecinos de barrios en transformación como son La Corbata, en Playa; Jesús Menéndez y Rancho-Jalisco, en Boyeros; Libertad, Villa Cuquine, en La Lisa; el Consejo Popular Pocito y Palmar, de Marianao; La Timba, en Plaza; Los Sitios, Proyecto Quisicuaba, en Centro Habana; los centros históricos de Guanabacoa y Regla; así como El Chalet, en Artemisa.