El pueblo del Camagüey otra vez volvió a la plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte, pero esta vez, para, con un desfile diferente, gritar su apoyo a la Patria y al sistema social.
Y es que hay mucho que agradecer, mucho que mantener. Por eso, y porque durante dos años no lo pudo hacer, René Guerra Huerta, héroe del Trabajo del sector del transporte, fue de los primeros en acudir a la cita proletaria. Para él, dice, “es un orgullo ver cómo todo un pueblo le demuestra al enemigo que seguimos vivos a pesar de las dificultades que nos provoca el bloqueo y las que nos dejó la pandemia”.
Taimari March Álvarez, estudiante de cuarto año de Derecho, fue junto a su madre Ismari Álvarez Agüero al desfile agramontino. Para ella es algo que debían hacer porque “es una manera, desde siempre, de reafirmar las conquistas de la Revolución. Además, los jóvenes somos la base y la continuidad de la Revolución y teníamos que ser nosotros los primeros aquí”.
Laura María González Otaño, quien estudia en el instituto preuniversitario Álvaro Morell, fue otra de las tantas jóvenes que desfilaron hoy. Ella lo hizo porque “Cuba vive y porque estamos más fuertes después de la Covid-19, después de estar encerrados”.
Este Primero de Mayo desde la plaza, los mismos trabajadores agramontinos que desde el surco, las industrias, o las prestaciones de servicios con calidad apuestan por echar pa’lante a la Revolución, patentizaron que lo continuarían haciendo por las tantas razones que los guía.