Cargando...Los trabajadores de la empresa pesquera de Granma (Pescagran) cumplieron los indicadores productivos económicos y financieros en el año 2021 y fueron reconocidos a nivel provincial, como la mejor entidad exportadora.
Ese y otros resultados, los hicieron merecedores del acto nacional por el Día del trabajador de la industria pesquera, donde ratificaron la Condición de Vanguardia Nacional.
Raúl Liens Cabrera, director general de Pescagran, destacó el esfuerzo y la consagración de los colectivos laborales para cumplir los planes, a pesar de las difíciles condiciones, agravadas por la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo imperialista.
Refirió que este año, “el principal reto es crecer en más del 15 por ciento en todos los indicadores, sostener los resultados actuales, realizar importantes inversiones en la industria, así como mantener y perfeccionar el vínculo con el sector no estatal”.
En la ceremonia, entregaron el Sello Cincuentenario del sector a Miguel Tamayo Batista, especialista de capital humano y quince compañeras y compañeros recibieron la distinción Aracelio Iglesias Díaz.
Igualmente, los militantes del Comité de Base de la Unión de Jóvenes Comunistas fueron reconocidos con el Trofeo «60 aniversario, Unidos los que aman y fundan».
Junto a una representación del colectivo de trabajadores festejaron la jornada, Yanaisi Capó Nápoles, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y su primera secretaria en Granma, Francisco Escribano Cruz, Gobernador de la provincia y Lázara López Acea, viceministra primera de la Industria Alimentaria.
De manera especial estuvieron presentes, Sara Rosales Alarcón, María Ortega García y Salvadora López Rivera, tres manzanilleras que ostentan la distinción de Heroínas del Trabajo de la República de Cuba y pertenecen a la industria pesquera.
Y el pescado donde lo venden, ya que en Las Tunas una librita de pez de mar cuesta 200 pesos. Ni las especies de agua dulce aparecen en las pescaderías, no venden croquetas, ni otro producto. No todo es exportar ya que aquí en Cuba también hay bocas que alimentar.
«Pescagran empresa pesquera de Granma».
Realidades que se palpan y tocan con la mano:
A pesar de, haber cumplido los indicadores productivos económicos siguen nuestras pescaderías llenas de fotos y carteles; pero sin ofertas de pescado.
A pesar de; ser la mejor entidad exportadora, nuestros mercado interno carece de productos del mar, no tiene aun empresas ni pymes que sean vanguardias nacionales.
A pesar de; las difíciles condiciones, agravadas por la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo imperialista nuestra alimentación no recupera lo que llegó a ser una oferta saludable de proteinas con menos inversiones de insumos importados para la exploración economíca y racionaml de nuestros mares adyacentes y poblaciones costeras.
A pesar de; realizar importantes inversiones en la industria procesadora de productos del mar, (excepto el picadillo, las coroquetas y los medallones), no contamos con ningún sector productivos estatal o no, con el que logramos tener nuestra sardinas listas para donaciones;
aún no logramos enlatar con nuestro abundante y excedente tomate la mojarra , ni la manjua costera, ni otras especies menos comerciables en el mercado internacional.
A pesar de todo; no logramos rehacer, ni recuperar hábitos alimentarios de cara al mar. La que fue una etapa gloriosa para nuestros pescadores. Tiempos de grandes esfuerzos realizados por la Revolución.
A pesar de todo; recuperar, sin voltearnos, pues vivimos siempre de frente, rodeados, bañados, acariciados y acosados por el mar.
A pesar de; ser una industria noble, ecológica y que exige menos recursos importables cuando se trata de nuestro entorno maritimo costero. Visto primordialmente con ánimo alimentario, como un elemento para sustituir importaciones; sin ambiciones exportadoras en su fase inicial.
A pesar de todo; recuperemos las consignas de nuestro Fidel, el pescado en nuestra dieta. Además de la lata de sardinas que generosamente nos dona el pueblo venezolano, sin cambiar estos productos por el pollo y el huevo que una vez donamos con orgullo al glorioso pueblo vietnamita,
A pesar de, los pesares; no olvidemos «ser como Fidel».
Gracias, que vivan nuestros pescadores nacionales.