En el Acto Nacional por el Día Mundial de la Salud, celebrado en el Parque Metropolitano de La Habana este 7 de abril, el Representante de OPS/OMS en Cuba, Dr. José Moya, reconoció la acción común entre toda la sociedad cubana frente al cambio climático, materializada en la Tarea Vida, Plan del Estado para enfrentar este desafío global.
Bajo el lema: “Nuestro planeta, nuestra salud”, se conmemora este año la fundación de la Organización Mundial de la Saluden 1948, de la cual Cuba forma parte desde 1950.
“Qué bueno que este año se celebra en este parque, donde podemos ver árboles, vegetación, donde hay ríos y donde el mensaje es cuidar nuestro planeta, cuidar las aguas, el aire que respiramos”, dijo el Dr. Moya, quien se refirió a las consecuencias de esta transformación que está sufriendo el clima a nivel mundial, como el incremento de las temperaturas del mar, olas de calor, lluvias intensas, sequías, incendios forestales, entre otros desastres, provocados fundamentalmente por la acción humana.
En el acto, estuvieron presentes, además, la DraC. Adianez Taboada Zamora, viceministra del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA); la DraC. Susana Suarez Tamayo, directora nacional de Salud Ambiental del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y Francisco Durán, Director Nacional de Epidemiología del MINSAP, así como promotores de seguridad vial, niñas y niños de Círculos de Interés y proyectos relacionados con el medio ambiente y la salud.
Por su parte, la DraC. Odalys Goicochea Cardoso, directora general de Medio Ambiente del CITMA, señaló los vínculos indispensables entre los ecosistemas y la salud humana: “Al respecto mucho se ha hablado, sin embargo no se gana conciencia de que vivimos una triple crisis ambiental: la pérdida de la diversidad biológica, el cambio climático y la contaminación”.
Cuando vivimos el segundo año de pandemia por COVID-19, enfatizó en que la actividad humana ha destruido ecosistemas naturales “que altera las complejas interrelaciones que existen entre todas las especies, estas son las conexiones capaces de mantener a virus y bacterias controlados en su habitad natural y a los seres humanos menos expuestos a enfermedades que son transmitidas desde los animales”, precisó en su intervención.
Goicochea Cardoso se refirió a un conjunto de políticas y estrategias que contribuyen a reducir o eliminar la contaminación ambiental, el uso racional de los recursos naturales, la protección de los ecosistemas y el enfrentamiento al cambio climático con el objetivo de elevar la calidad ambiental y evitar daños a la salud humana.
Destacó la Estrategia Ambiental Nacional en su ciclo 2021-2026, documento que constituye el principal instrumento para la implementación de la política ambiental cubana, al identificar los problemas ambientales prioritarios de la nación y establecer las direcciones estratégicas para su solución, así como sus metas e indicadores.
“De igual forma, el país ha continuado trabajando en los retos que impone el cambio climático a los estados insulares, a través del Plan del Estado para el enfrentamiento al cambio climático, conocido como Tarea Vida, aprobado en abril de 2017. Además, se dispone de un marco estratégico para la transición hacia una economía circular. Se encuentra un proceso de actualización del marco legal vigente en la actividad ambiental.
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“Este Día Mundial de la Salud nos compromete como Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente a continuar el trabajo conjunto con las autoridades sanitarias y todo nuestro pueblo, redoblar nuestras fuerzas en cuanto al cuidado y preservación de los recursos naturales y los ecosistemas.
“En el Decenio sobre la restauración de los ecosistemas, que abarca desde el año 2021 a 2030, declarado por Naciones Unidas, restaurar los ecosistemas cubanos, significa prevenir, detener y revertir el daño sobre la salud de nuestros ecosistemas y de nuestro pueblo”, expresó.
América Latina: ¿cuerpo y planeta sanos?
La directiva del CITMA mencionó datos ofrecidos por la 6ta edición del reporte “Perspectivas del medio ambiente mundial” (GEO6), donde se alerta que la resistencia antimicrobiana se convertirá en una de las principales causas de muerte para el año 2050, debido a la contaminación de los cuerpos de agua dulce y que los interruptores endocrinos afectarán la fertilidad masculina y femenina, así como el desarrollo neurológico infantil.
Igualmente dijo que en América Latina la calidad del aire ha empeorado en las ciudades y en los lugares donde hay datos disponibles, las concentraciones de material particulado y de ozono se sitúan por encima de los niveles establecidos en las directrices de la OMS. “Esto incrementa la vulnerabilidad de sus habitantes a las enfermedades respiratorias y más de 100 millones de habitantes en la región viven en zonas expuestas a la contaminación atmosférica”, precisó.
Resaltó que en el caso de nuestro país existe una capacidad real de enfrentar estas problemáticas ambientales, “teniendo como sustento los avances científicos, los múltiples resultados que se han alcanzado desde la ciencia ambiental y los conocimientos que posee la población cubana, no obstante, la existencia y el recrudecimiento del bloqueo comercial, financiero y económico del gobierno de los Estados Unidos entorpece el camino para el desarrollo próspero y sostenible al que aspiramos”.
En esta fecha, la Isla se une a las acciones de concientización mundial sobre los impactos medioambientales en la salud humana. Anualmente, alrededor de un millón de muertes prematuras son atribuibles a riesgos ambientales que pueden evitarse.
Al problema climático, se unen otros que afectan al entorno, a los animales, las plantas y los seres humanos: la contaminación del aire, el desperdicio de agua, el saneamiento inapropiado, incluido el mal manejo de algunos productos químicos peligrosos.
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La interrelación entre la salud animal, humana y ambiental también debe abordarse de manera intersectorial entre todos los actores sociales implicados en responder a los principales desafíos nacionales y globales de cara a 2030.
Para lograr salud y bienestar que propone el ODS 3, es necesario intervenir en sus determinantes ambientales, reflejadas con metas concretas en otros cinco Objetivos de Desarrollo Sostenible: agua, saneamiento e higiene, calidad del aire, seguridad química, y acción por el clima.
Por ello, la naturaleza junto al río Almendares acogió arte, deporte, medicina natural tradicional y múltiples iniciativas en esta celebración para concientizar en torno a ese sistema centrado en las personas y el planeta, que no es más que una salud.