A Héctor Núñez Díaz en su casa nadie le enseñó a ser dirigente sindical, eso le “salió” solo, cuando como jefe de turno en el Grupo Electrógeno Camagüey Uno Diesel (Geysel), era más fuerte el deseo de hacer algo por sus compañeros que solo trabajar.
Con solo 31 años Héctor ha vivido mucho, según dice. Y es que cuando concluyó el servicio militar activo y comenzó a estudiar Licenciatura en Matemática y Física tuvo que dar un giro total a su vida.
Y es que en ese entonces le tocó buscar autonomía financiera. Venía en camino su pequeña Yilianni Yuliet, quien, además, le asustó mucho cuando nació con bajo peso, justo un mes después de perder a su abuela materna. Así que dejó estudios y empezó a trabajar.
“Siempre, apunta, me gustó el sector eléctrico, por eso quizás ahora también estudio ingeniería eléctrica. En Geysel llegué a ser jefe de turno y fue donde me inicié en el mundo sindical, como secretario general de la sección sindical durante dos años.
“Y allí parece que vieron potencial en mí para ponerme de reserva de cuadros con el cargo de secretario del sindicato de Energía y Minas a nivel municipal. Cuando ya me tocó asumir la responsabilidad fue complejo, pero siempre he tenido disposición para hacer las cosas.
“Además, me apoyo mucho en la secretaria de la provincia, Lyan Alonso Alfonso. Le pregunto de todo y ella me guía, aunque también estudio por mi lado, porque quiero hacerlo bien”.
Solo siete meses lleva Héctor en el puesto y ya sabe que es un trabajo de lunes a domingo; pero, aun así, encuentra espacio para superarse y estudiar en la Universidad y estar presente en cuanta tarea sea necesaria, por lo que ya también le están haciendo el crecimiento para el PCC.
En su sector existen muchos jóvenes y para lograr que ellos se sientan representados, asume al diálogo como su estrategia. “Los tiempos están muy tensos, convulsos, señala, por la situación económica y aunque como sindicato no tenga como resolverlo todo, los escucho y hablo con la administración para mejorar cualquier situación.
“Ahora el Primero de Mayo está dedicado a nosotros, a los 60 años de la UJC, y eso significa que nos toca comprometernos más, sobre todo porque somos un sector estratégico en la economía; y superar la carencia de piezas de repuesto y las limitaciones que nos genera el bloqueo.
“Además, debemos ser ejemplo entre los jóvenes y mostrar que somos muchos los que estamos motivados y conscientes del proceso revolucionario. Y eso es lo que demostraremos el primero de mayo en las plazas del país”.