Ernesto Peña González reside en la avenida Federico Capdevila no. 1, poblado del antiguo central azucarero Antonio Maceo, municipio de Cacocum, Holguín, y es técnico electricista jubilado del mencionado central.
“A fines de noviembre del pasado año tuvimos una nueva avería en el poste que alimenta las últimas tres casas de la línea. Este poste se partió durante el ciclón del 2008, quedando pendiente cambiarlo.
“Solo se le hizo lo necesario para poder calentar el circuito del barrio y aún seguimos esperando por un correcto mantenimiento.
“Esa afectación quemó dos contadores de la Une y efectos electrodomésticos en las tres últimas casas de la línea.
“La noche de la afectación vino un trabajador eléctrico del municipio y le explicamos la situación y le pedimos que revisara los empalmes de cobre y aluminio, ya que cada cierto tiempo se sulfatan y aparece el falso contacto.
“El compañero recorrió las líneas, no subió al poste y dijo que conectáramos los equipos que todo estaba normal. Se le reiteró que revisara los empalmes y dijo que todo estaba normal, y se marchó.
“Esa noche las tres casas continuaron conectadas y quemando sus equipos.
“Al amanecer vino de nuevo la brigada eléctrica y sin mediar palabras ni preguntar subieron al poste, revisaron, pidieron pedazos de alambre de cobre y remataron el empalme, solucionado por un tiempo el problema.
“Nos visitaron los directivos a nivel de base y del municipio, vino el técnico de la provincia y revisaron y repararon los equipos dañados, aunque otros no tuvieron solución.
“Los compañeros nos explican que por los equipos dañados y sin solución la Unión Nacional Eléctrica (Une) no se hace responsable, ya que no es culpable de lo ocurrido por una compleja situación técnica.
“¿Quién se responsabiliza y paga la afectación que sufre la Une y la población por la inducción de los fogones averiados y su alta frecuencia? Un saludo para todos los eléctricos del país”.