Su liderazgo, autoridad y prestigio ante quienes vieron en él al genuino representante de la clase obrera, constituyen pilares en las enseñanzas de Lázaro Peña González, el fundador de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), cuya desaparición física hace 48 años fue recordada este viernes en La Habana.
En el teatro que lleva su nombre tuvo lugar el acto presidido por Isdalis Rodríguez Rodríguez, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y segunda secretaria de la CTC, otros integrantes de su secretariado y los hijos del Maestro de cuadros sindicales Aila Peña Roche y Lázaro Peña Castellanos.
Una numerosa representación de afiliados de todos los sindicatos nacionales participaron en el solemne homenaje durante el cual fue depositada una ofrenda floral junto al busto situado en el vestíbulo
del teatro.
Al pronunciar las palabras centrales, Daniel Fonte, funcionario de la CTC, recordó que Lázaro fue capaz de unir a las organizaciones sindicales de su época en una central clasista, unitaria y revolucionaria que desafió a gobiernos corruptos y a explotadores.
«Lázaro es presencia, legado y acompañamiento y su semilla germinó aquí y en toda la geografía laboral de Cuba», subrayó en su intervención.
Acerca del autor
Graduado de Licenciatura en Periodismo, en 1976, en la Universidad de La Habana. Hizo el servicio social en el periódico Victoria, del municipio especial isla de la Juventud, durante dos años.
Desde 1978 labora en el periódico Trabajadores como reportero y atiende, desde 1981 temas relacionados con la industria sideromecánica. Obtuvo premio en el concurso Primero de Mayo en 1999 y en la edición de 2009. Es coautor del libro Madera de Héroes.