En la sección Con Filo al tratar sobre Asunto de barrio el colega Francisco Rodríguez Cruz afirma:
La vida demostró, sin embargo, que esos asuntos del barrio estén posiblemente entre los más trascendentes para que la ciudadanía afiance, desde ese sentido de pertenencia a lo local, su identificación y respuesta a nuestro más amplio y abarcador proyecto social.
Hay comentarios digitales que apuntan hacia los efectos causados por problemas acumulados en esas áreas donde a fuerza de costumbre, le han llamado la base, o aunque no se mencione lo consideran abajo porque arriba es donde están las estructuras superiores de dirección.
De esa manera, hay expresiones como “bajar a la base” aunque más bien debiera decirse subir o ascender a esa base que es donde están los cimientos de grandes obras, o abarcadores proyectos que trascienden incluso la nación.
Omar Medina dice:
Lamentablemente el bloqueo donde más daño ha hecho es en la creación de una mentalidad de abandono, de adaptarnos a la supervivencia, a convivir con el deterioro, con la falta del mantenimiento, limpieza, pintura, remozamiento, pavimentación, relleno o recuperación de lo que no es nuevo o novedoso, de no pasarle la mano a lo viejo tal vez porque lo hizo otro.
Efectivamente, como bien afirma Omar Medina, las carencias han contribuido a acentuar una mentalidad de aceptar pasivamente los procesos de deterioro que suelen ser graduales, de manera imperceptible, hasta que un día está todo destruido sin que nadie reaccione.
Esa nociva aceptación de ni siquiera “pasarle la mano a lo viejo” como dice Omar Medina, ha acelerado los daños de muchas obras que por falta de mantenimiento o de hacer reparaciones muy sencillas, han llegado a perderse por completo.
Ya se han dado casos de que esa pasividad ha permeado tanto a los responsables de ejecutar las transformaciones como a los propios vecinos afectados, pues en algunos lugares han recibido los recursos, pero dilatan su utilización, sin que tampoco los miembros de la comunidad participen.
De esos casos, muchos pueden comentar, pues esa mentalidad de adaptarse a convivir con el deterioro ha ido arraigándose a través de los años, pero afortunadamente hay claridad con que el objetivo no es únicamente hacer cambios materiales, sino también en la espiritualidad.
En resumen: Este tema continuará en próximos viajes, y si usted ha llegado hasta aquí, es porque el asunto le ha interesado. Entonces, le invitamos a ver este video sobre el Síndrome de la ventana rota y esperar la continuación de esta guagua el próximo miércoles:
[youtube url=»https://www.youtube.com/watch?v=UZqcVrFmEdA» width=»520″ height=»460″ title=»sindrome ventana rota»]
Las Guaguas anteriores se acceden desde aquí ¿El correo electrónico de la sección? El siguiente: laguaguatr@gmail.com
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo y licenciado en Ciencias Sociales, autor de El Foro en Cubahora, jubilado y reincorporado en la Redacción Digital de Trabajadores, donde escribe las secciones LA GUAGUA y EN 500 CARACTERES, fue corresponsal del periódico Vanguardia en tres de las seis regiones de Las Villas, Jefe de Redacción fundador del periódico Escambray, Corresponsal Jefe de la Agencia de Información Nacional (actual ACN) en Sancti Spiritus, colaborador de Radio Progreso, Prensa Latina y Radio Sancti Spíritus; así como Jefe de Información, Subdirector y Director del periódico Vanguardia, donde administró sus foros de discusión.
Interesante muy atinado el comentario.se me antoja pensar que cuba puede ser el auto abandonado en un barrio pobre. El síndrome de la ventana rota párese lo tenemos enraizado en lo más profundo de nuestro ser. Ahora revitalizamos los barrios más vulnerables, correcto, ¿y el pensamiento?¿Que hacemos con él?¿Lo cambiamos? ¿Cómo?¿Con el mismo pensamiento?