Cargando...Enes Ünal es uno de los jugadores de esta Liga. Sus dos golazos pueden valer la tranquilidad para el Getafe que se veía perdido y otra vez en el fango del descenso. En un día, o en un minuto, te puede cambiar la vida. “No demos nada por hecho”, avisó Quique ante la sensación de que el Getafe era invencible en casa. “Hemos hecho el indio fuera”, admitió Mendilibar. Cuenca o el VAR, según se mire, hicieron el indio a la media hora de partido. El Alavés lo aprovechó para mandar, pero dos veces el turco se inventó dos golazos y puso unas tablas que saben a gloria a los azulones.
El Getafe mandó como siempre de salida en el Coliseum. La presión arriba ahogó al Alavés y tanto Olivera como Damián Suárez encontraron recompensa mal aprovechada por Maksimovic primero y Sandro después. Fue un cuarto de hora que presagiaba lo de siempre, pero poco a poco el rumbo fue cambiando. Primero con los centros laterales del equipo visitante y, cuando el equilibrio ya era un hecho, con la expulsión de Jorge Cuenca. Entrada temeraria sí, sin mala intención también. El caso es que todo lo anterior ya no valía. El Geta con diez y el Alavés creciendo.
El gol de Escalante acabó de virar el choque. Fue al filo del descanso con VAR otra vez de por medio y esta vez con acierto. Quique había decidido jugar con cuatro atrás para mantener el resto de la estructura y ese gol le daba pocas opciones de remodelar más cosas. Con los riesgos que debía asumir el Getafe, los extremos visitantes encontraron más espacios y Rioja empezó a amargar la vida de Damián. Quería dominar el equipo azulón, quería creer en el empate.
Y llegó a balón parado con un cabezazo espectacular de Ünal. ¿Volver a empezar? Edgar no lo permitió. Duarte, que había empezado con dudas, sacó la segunda asistencia de la tarde y el canario, el otro extremo, devolvió la ventaja a su equipo en un minuto. Tocaba arriesgar a los locales, con fondo de armario. Óscar y Mayoral a escena. Y con Ünal, claro. El turco arreó un trallazo desde el lateral que sorprendió a Pacheco y devolvió las tablas. Un seguro de vida para ganar los buenos días y salvar los peores.
Entrenadores y amigos: Quique y Mendilibar se dieron en enorme abrazo antes del partido. Con la intensidad del choque protestaron sin discutir entre ellos y acabaron despidiéndose con otro abrazo. La tensión en los banquillos fue grande y Cubillo acabó expulsado. Entre ellos mantuvieron el buen rollo siempre.
