En una ceremonia que tuvo lugar este martes en el Museo Nacional de Bellas Artes, el dibujante, pintor y escultor Alberto Lescay Merencio (Santiago de Cuba, 1950) recibió de manos del ministro de Cultura Alpidio Alonso el Premio Nacional de Artes Plásticas 2021.
De esta manera continúa un ciclo de homenajes que se extenderá hasta finales de este año, cuando el creador organice su muestra en esa misma institución.
Lescay tiene mucho que mostrar. Se trata de uno de los más prolíficos creadores de las artes visuales en Cuba. Y su obra tiende sólidos puentes con la sociedad que la acoge. Se ha dicho muchas veces: Lescay es un artista de pueblo.
Su liderazgo en la Fundación Caguayo ha sido fundamental en la consolidación de una creación colectiva, que tiene como escenario varias ciudades del país. Son esculturas monumentales o ambientales, que evocan momentos y personajes fundamentales de la historia y la cultura nacionales.
Las piezas de Lescay —desde las más realistas hasta las que están marcadas por una vocación ciertamente metafórica— están fuertemente ligadas al devenir de la nación. Pero el suyo nunca ha sido un mensaje burdo o meramente pragmático. Hay poesía en cada obra, alma.
En sus esculturas, en sus pinturas y dibujos, Lescay explicita su relación raigal con la tierra. Es un concepto literal y también una verdad lírica. Lescay está sembrado en su suelo… y al mismo tiempo, vuela. La paradoja es una de las maravillas del arte.