Aproximadamente a las doce del día, en el policlínico Julián Grimau, ubicado en Arroyo Naranjo, la especialista en Medicina General Integral Daylín Hernández Salomón había consultado más de una veintena de pacientes.
Sobre esa hora llegó un anciano de 81 años (acompañado de su hija), refiriendo que se sentía acatarrado y con decaimiento. La doctora lo examinó con detenimiento y no encontró sospecha alguna que le hiciera pensar en la COVID-19, pero atendiendo a la sintomatología presentada y a la edad avanzada del enfermo le orientó la realización de un test de antígeno (para un diagnóstico rápido) que, felizmente, resultó negativo.
Aquí evaluamos a todas las personas que vienen con síntomas respiratorios, o sea, un catarro común, una bronquitis, una neumonía. Esta mañana, por suerte, no hemos confirmado pacientes positivos al virus, no obstante seguimos al pie de la letra los protocolos indicados, enfatizó.
“Interrogamos a quienes acuden y, en dependencia del diagnóstico, le indicamos el test de antígeno (para un diagnóstico rápido), el test de antígeno Suma o el PCR, no obstante con este último no contamos hoy”.
Un actuar médico similar se lleva a cabo en el policlínico docente Antonio Maceo, ubicado en el Cerro. Saylín Martínez del Pino —vicedirectora de asistencia médica—, al comentar sobre los nuevos protocolos para enfrentar la pandemia de la COVID-19, expresó que el centro cuenta con una sala destinada a la atención de las infecciones respiratorias agudas (IRA) donde en dependencia de las sintomatologías se realizan los procederes.
Precisó que en el caso de una persona positiva a la COVID-19 que resida junto a otros convivientes entonces se indica la realización de un test de antígeno Suma a todos los contactos directos que presenten síntomas. Tal fue el caso de Niuvis Barrera González, quien vive con su tía, en estos momentos positiva a la COVID-19 y por lo cual, seguramente, ella presentó fiebre y dolor de cabeza. Ahora solo le queda esperar el resultado del examen a través del médico de la familia.
Por otra parte, Ana Silvia Valladares Arenas, trabajadora de la Contraloría General de la República, entrevistada en el policlínico docente universitario Luis A. Turcios Lima, en el municipio de Diez de Octubre, afirmó estar satisfecha con la atención recibida.
“Mis síntomas han sido leves”, sin embargo prefirió acudir a la institución donde luego de la entrevista epidemiológica y el examen físico se le orientó permanecer en aislamiento domiciliario, atendida por la Atención Primaria de Salud, y se le facilitó un frasco de prevengho como una medida farmacológica preventiva.