Por Enrique Moreno Gimeranez y Yudy Castro Morales
Fotos: Tony Hernández Mena
Profundizar en el conocimiento de la Ley 132 «De Organización y Funcionamiento de las Asambleas Municipales del Poder Popular (AMPP) y de los Consejos Populares» por parte de los principales directivos de estas estructuras, intercambiar experiencias en la aplicación de esta norma y fortalecer la labor de estos órganos como establece la Constitución de la República, constituyen los principales objetivos de las sesiones de capacitación desarrolladas sobre este tema en varias provincias del país por la Comisión de Atención a los Órganos Locales del Poder Popular del Parlamento cubano.
Hasta la fecha se han celebrado encuentros de este tipo en Pinar del Río y Artemisa, mientras que este jueves acontecieron en Mayabeque y Matanzas; los cuales forman parte del perfeccionamiento del sistema del Poder Popular. En ellos, participan activamente los presidentes de las asambleas municipales, de las comisiones permanentes de trabajo, de los consejos populares y delegados de los respectivos territorios.
Conocimiento y experiencia en pos del perfeccionamiento
«Desde que aprobamos la Ley 132 en la Asamblea Nacional, habíamos previsto la realización de un proceso de preparación sobre este tema con los cuadros principales de todos los municipios. La intención de estos encuentros no resulta solo reforzar el conocimiento de la norma, sino también conocer sus experiencias, dudas y aportes respecto a su aplicación.
«Estamos llamados por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a reflexionar y trabajar en torno al verdadero significado del concepto del Poder Popular en el ámbito de nuestra democracia socialista. Además, debemos tener presente que nuestra Constitución potencia al municipio con mayor autonomía, y especialmente, a la Asamblea Municipal del Poder Popular como el órgano superior del poder del Estado en su demarcación», expresó Homero Acosta Álvarez, secretario del legislativo cubano, al inicio del intercambio en territorio mayabequense.
Tales aspectos suponen un desafío, en primer lugar de preparación de las diferentes autoridades del Poder Popular, en sus diferentes niveles, –refirió–, y, con este propósito, debe dominarse lo establecido al respecto, tanto en la Carta Magna como en las normas correspondientes.
Agregó que, en los procesos del sistema del Poder Popular, es esencial el vínculo permanente y estrecho con el pueblo, que se expresa también mediante la participación de los delegados en la Asamblea Municipal. De ahí que resulte fundamental acompañar y respaldar su labor, así como el constante intercambio con el barrio y la comunidad, sentenció.
Miriam Brito Sarroca, presidenta de la Comisión de Atención a los Órganos Locales del Poder Popular del Parlamento cubano, ofreció una detallada explicación sobre los aspectos principales de la normativa.
En este sentido, insistió en la relevancia de la participación y el control popular; de la comunicación social en cada una de las actividades; del fortalecimiento del funcionamiento y el papel de la Asamblea Municipal del Poder Popular, sus comisiones permanentes de trabajo, consejos populares y delegados.
Reiteró la necesidad de explotar eficientemente el carácter público de las sesiones de las asambleas municipales mediante las emisoras locales y otros medios de comunicación; publicar los informes de rendición de cuenta en portales del ciudadano, con el objetivo de enriquecerlos con las opiniones de la ciudadanía a través de correos electrónicos o números telefónicos habilitados para este fin.
Asimismo, recordó que la Asamblea Municipal del Poder Popular para el desempeño de sus atribuciones constituye comisiones de trabajo, tanto permanentes como temporales, y aprueba los lineamientos generales para su labor. De ahí que un reto sea también aprovecharlas para la realización de importantes actividades y, especialmente, para ejercer el control de las entidades de subordinación municipal, con análisis, informes y propuestas de validez en función de los intereses específicos de cada localidad, declaró.
Respecto a los delegados, enfatizó que para el cumplimiento de sus deberes reciben el apoyo necesario de los órganos, organismos y demás entidades estatales. Coincidió con el auditorio en que, durante el azote de la COVID-19 y en la transformación desarrollada en los barrios en situación de vulnerabilidad, se ha evidenciado nuevamente su decisivo papel como base del sistema político cubano, en cada circunscripción.
A potenciar el trabajo comunitario integrado, la atención a los planteamientos de la población, entre otras actividades, y a hacerlo con sensibilidad y creatividad, exhortó Brito Sarroca, motivando el debate de los presentes tras su profunda exposición de la Ley 132.
Juan Fernández, delegado de la circunscripción 24 del municipio Jaruco, resaltó la utilidad del encuentro para esclarecer las dudas existentes sobre el funcionamiento de la Asamblea Municipal y de otros aspectos de la referida norma. Ahora, nos corresponde implementar cabalmente lo establecido y desempeñar el rol que nos corresponde como Poder Popular en respaldo a la Revolución Cubana, manifestó.
A su vez, Yareiky Suárez, vicepresidenta de la AMPP de Melena del Sur, agradeció también la capacitación desarrollada; mientras Pedro Hernández, presidente del consejo popular Urbano 1 del municipio Güines, indagó por el clasificador de planteamientos y las respuestas pertinentes por las entidades administrativas.
Edel Casas Barroso, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Santa Cruz del Norte, compartió las experiencias de su territorio en materia de control y funcionamiento de consejos populares.
Precisó que, por cronograma, se visitan mensualmente los seis consejos populares para constatar su funcionamiento por los propios presidentes de estas estructuras y otros delegados en busca de las mejores experiencias, además explicó cómo han sumado a la población en los ejercicios de control a programas y entidades en las comunidades.
En el encuentro participó, además, Miriela Hoyos Barroso, jefa del Departamento Independiente de Relaciones con los Órganos Locales del Poder Popular en Mayabeque.
«El conocimiento de la Ley 132 debe manifestarse en la práctica y el trabajo cotidianos, en consolidar un Poder Popular con más fortaleza en beneficio de nuestro pueblo», concluyó el Secretario de la Asamblea Nacional al cierre de la sesión de trabajo.
Estrechar el vínculo de las asambleas con las comunidades
¿Cómo cumplen las asambleas municipales sus funciones? ¿Conocen todas sus atribuciones los miembros de sus comisiones permanentes de trabajo? ¿Resulta suficiente el vínculo de los presidentes de los consejos populares con la comunidad? ¿Cuán profundo es el dominio de las leyes que rigen el desempeño de estas estructuras?
A responder estas y otras interrogantes se encaminó la capacitación en Matanzas sobre la Ley 132, en la que participaron Yumil Rodríguez Fernández y Carlos Rafael Fuentes León, vicepresidentes de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Jurídicos y de Atención a los Órganos Locales del Poder Popular, respectivamente.
Rodríguez Fernández subrayó que este ejercicio de superación forma parte del programa de perfeccionamiento del Sistema del Poder Popular, en concordancia con los principios de la autonomía municipal y el papel de vanguardia que deben desempeñar los delegados en sus comunidades.
Llamó la atención, además, sobre las fisuras que persisten en el conocimiento de las leyes que guían el funcionamiento del Poder Popular a todos los niveles y, al mismo tiempo, insistió en la necesidad de promover la participación ciudadana en la toma de decisiones, a tono con el llamado de la máxima dirección del país.
Pero esta participación, dijo, no puede quedar en el discurso ni limitarse a un ejercicio formal, sino que debe implementarse desde la responsabilidad y el conocimiento de los territorios, de sus fortalezas, debilidades y sus principales insatisfacciones.
Es preciso, a juicio del vicejefe de la Secretaría del Parlamento cubano, «estrechar el vínculo de las Asambleas Municipales con las comunidades, pues la participación democrática de todos constituye la esencia misma del Poder Popular».
En la jornada, Yumil Rodríguez también señaló determinadas deficiencias que hoy limitan el perfeccionamiento de los órganos locales. En ese sentido, mencionó fallas en el seguimiento a los planteamientos, la exigencia a las administraciones, unido a la formalidad que aún envuelve a las rendiciones de cuenta y las falencias en la integración de los jóvenes, sin obviar la preparación insuficiente de algunos delegados para cumplir con su encargo, que no es otro que representar al pueblo.
El municipio y su autonomía, las funciones y atribuciones de los presidentes de las asambleas municipales, de sus comisiones y los consejos populares, las garantías a los derechos de petición y participación popular local, así como el ejercicio de control en la base fueron algunos tópicos desarrollados por Carlos Rafael Fuentes León, en una sesión considerada aportadora por los delegados matanceros.
En términos conceptuales, reiteró que «la autonomía del municipio comprende la elección o designación de sus autoridades, la facultad para decidir sobre la utilización de sus recursos y el ejercicio de las competencias que le corresponden, así como dictar acuerdos y disposiciones normativas necesarias para el desempeño de sus facultades, según lo dispuesto en la Constitución y las leyes».
Fuentes León también ponderó las vías de participación ciudadana que establece la Carta Magna, no siempre conocidas ni aprovechadas suficientemente.
En cuanto al Consejo Popular, aclaró que, a partir de las modificaciones introducidas por la Ley de Leyes de 2019, este es «un órgano local del Poder Popular de carácter representativo, investido de la más alta autoridad para el desempeño de sus funciones y, sin constituir una instancia intermedia a los fines de la división político-administrativa, se organiza en ciudades, pueblos, barrios, poblados y zonas rurales. Además, lo integran los delegados elegidos en las circunscripciones de su demarcación, los cuales deben elegir de entre ellos a quien lo presida».
El vicepresidente de la comisión parlamentaria de Atención a los Órganos Locales fue enfático en la necesidad de sumar a la población en cada proceso y ello solo es posible mediante la información oportuna, transparente y veraz.
¿En cuántos portales del ciudadano de la provincia se publican los acuerdos de las asambleas municipales?, preguntó con el ánimo de motivar, más que una respuesta, una reflexión sobre cuánto más se puede hacer en materia de comunicación, de orientación y de participación popular efectiva.
Y al indagar sobre experiencias enriquecedoras que podrían extenderse a otros territorios, la delegada Ivón Cervantes González, presidenta del consejo popular en Varadero, comentó sobre la realización de un programa de radio, desde la emisora local, en el cual se informa sobre las reuniones del consejo, las decisiones adoptadas que benefician o no a los pobladores, e incluso participan directivos para responder inquietudes en torno a lo dispuesto.
Por su parte, Jesús Rojas, presidente del consejo popular Canímar, demandó un mayor acompañamiento al delegado desde las asambleas municipales y las administraciones, e hizo hincapié en problemáticas que atentan contra el funcionamiento de los consejos y sobrecargan a los presidentes, como la falta de personal en algunas estructuras en las comunidades, dígase las organizaciones de masas, entre otras.
Sobre la importancia de elevar la preparación y autopreparación de los delegados intervino Humberto Vidal, presidente del consejo popular Peñas Altas, quien abogó por una comunicación más efectiva de las asambleas con los delegados y cuestionó la asignación, en ocasiones, de funciones administrativas a estos últimos, lo que limita el cumplimiento de su misión fundamental y el vínculo con los electores.
En animado debate, los delegados matanceros coincidieron en el nivel profesional que deben tener los presidentes de las comisiones permanentes de trabajo, en pos de garantizar una preparación superior para llevar adelante sus funciones y, a su vez, reiteraron principios insoslayables de su labor: compromiso y consagración.