La occidental provincia de Artemisa registró una tasa de mortalidad infantil de 3.9 por cada mil nacidos vivos al cierre de 2021, la más baja del país, como resultado del desempeño del equipo básico de Salud y de las instituciones hospitalarias del territorio.
Pedro Alberto Beltrán Bencomo, jefe provincial del Programa Materno Infantil (PAMI), explicó en entrevista con la Agencia Cubana de Noticias que están muy contentos de exhibir esos resultados por lo que representa la disminución de niños fallecidos (20) en contraposición con los cinco mil 089 nacimientos en el año.
Sin embargo, precisó, al analizar las cifras por municipios se evidencia el trabajo por hacer, pues solo cumplen con los indicadores los municipios de Bahía Honda y Guanajay, que no registraron muertes, y Artemisa con una tasa de 1.2.
En cambio, dijo, las demarcaciones de Bauta, Mariel, San Cristóbal, Güira de Melena y Caimito, enmarcadas de 4.1 a 4.9, reflejan una labor regular, mientras que San Antonio de los Baños con 6.4, Alquízar con 7.4 y Candelaria con 9.5 sobrepasan los índices, muy superiores a lo esperado.
Las cifras, reflexionó el especialista, demuestran como un quehacer sostenido y riguroso desde la atención primaria de salud y los centros médicos dedicados al cuidado de la embarazada permiten disminuir los riesgos de muerte para el bebé y la madre, registrándose solo 11 muertes maternas, con ningún caso en Candelaria y Guanajay.
Dentro de las acciones realizadas en Artemisa está la reevaluación extraordinaria trimestral a gestantes de alto riesgo, familias con problemas sociales y niños bajo peso, con malformaciones congénitas u otras enfermedades, mediante un grupo multidisciplinario de especialistas, lo cual permite una rápida intervención de ser necesario y el completamiento de la vacunación anti-COVID-19 de las embarazadas y madres que lactan, añadió.
Este resultado, además, es consecuencia del trabajo realizado ante la COVID-19, que conllevó a la apertura de varios centros para el tratamiento exclusivo de las embarazadas y puérperas positivas o sospechosas de padecer la enfermedad y los bebés contagiados, lo cual conllevó a que solo se registren un lactante y nueve gestantes fallecidos a causa del virus, subrayó.
Beltrán Bencomo resaltó la labor del personal de la unidad neonatal del hospital general docente Iván Portuondo, en San Antonio de los Baños, el hospital pediátrico José Ramón Martínez Álvarez, de Guanajay, y el hospital general docente Comandante Pinares, de San Cristóbal, quienes llevaron el peso de la atención de estos pacientes durante los picos pandémicos con el objetivo de arrancar vidas a la muerte.
En apoyo a esta misión, refirió el directivo, en 2021 se realizaron acciones constructivas en esos centros con la meta de ampliar la capacidad de la instalación pediátrica, realizar mejoras necesarias en la entidad ariguanabense y resarcir los daños sufridos por el Comandante Pinares a causa de un sismo de magnitud 5.1 en la escala de Richter que sacudió a la provincia en junio pasado, lo cual permitió optimizar y ampliar el servicio brindado a estos grupos poblacionales.
Con la meta de obtener resultados similares o inferiores en 2022, comentó, prevén incidir en el riesgo reproductivo preconcepcional de mujeres en edad fértil, al ser la base del trabajo del PAMI, perfeccionar el cuidado en las salas de terapia intensiva neonatales, y para el manejo de maternas graves o críticas, y seguir refinando la labor de los grupos básicos de salud para lograr que no se produzcan decesos durante uno de los momentos más felices de la familia. (Wendy García Marquetti / ACN)