Entre los momentos más significativos del 2021 para los tuneros cuentan las dos visitas realizadas a esta provincia del oriente cubano por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, los días 18 de junio y 9 de diciembre, porque marcaron pautas en el desempeño en un año en extremo complejo.
Y en consonancia con esos hechos, Odalis Batista Pérez, secretaria general del Comité Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba en Las Tunas, califica el recién concluido calendario como un año muy duro, pero colmado de heroísmos protagonizados por el pueblo y su clase obrera, inspirados en el accionar del Partido y el Gobierno que dan continuidad al legado del invencible Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Para argumentar tal calificación, la dirigente sindical retoma el impacto que han tenido en la vida económica y social del territorio, en los trabajadores y sus familias, el recrudecimiento del bloqueo impuesto a Cuba hace más de seis décadas por sucesivas administraciones norteamericanas y los embates de la Covid-19.
“Fueron 12 meses de grandes desafíos que pusieron a prueba, una vez más, la voluntad popular de resistencia y la confianza del pueblo en la Revolución, el Partido y el Gobierno, en las fortalezas y la capacidad de resistir y vencer obstáculos para preservar la soberanía nacional”, remarca.
El reto de la Covid-19
En el segundo semestre del año pasado este territorio oriental reportó los números más elevados de enfermos y fallecidos a causa de la pandemia y la respuesta colectiva no se hizo esperar, bajo la supervisión de las máximas direcciones del Partido Comunista y el Gobierno varios centros educacionales como los campus universitarios Vladimir Ilich Lenin y Pepito Tey y el Palacio de Pioneros José Martí e instalaciones hoteleras y del Campismo Popular, por solo mencionar esos ejemplos, se convirtieron en centros de aislamiento para enfermos y sospechosos del padecimiento.
“En esos hospitales de campaña al personal de Salud se sumaron trabajadores de otros sectores como Educación y el Inder, cuya contribución resultó decisiva para paliar la situación”, reconoce Wilkenis Tamayo Ruiz, secretario general del Sindicato de la Salud en la provincia.
Y el doctor Luis Armando Plana Wilson, especialista en Medicina General Integral, a la postre director del hospital de Campaña instalado en el campus Vladimir Ilich Lenin, de la Universidad de Las Tunas, corroboró esa afirmación el día que recibió un donativo de los trabajadores de la División Territorial Comercializadora de Combustible Cupet-Las Tunas.
Comentarios con similares elogios y agradecimientos emitieron la doctora María Nela Zapata, especialista en Medicina Interna y subdirectora clínica-quirúrgica del hospital general Ernesto Guevara de la Serna; y, la enfermera Adela Guerrero González, secretaria general del Buró Sindical de ese centro hospitalario, cuando recibieron el apoyo logístico de empresas y unidades empresariales de base del Sistema de la Agricultura en el territorio.
En esa oportunidad, el doctor Osvaldo Pérez Vega, director general de Labiofam en la provincia, resaltó la activa participación de los colectivos laborales de esta entidad en la conformación de la valija entregada con productos que gustosamente aportaron como una forma de mostrar el agradecimiento y la solidaridad con los integrantes del Ejército de Batas Blancas ubicados en la primera línea de enfrentamiento a la pandemia.
Una batalla colectiva
Sin dejar de reconocer el protagonismo de los trabajadores de la Salud son merecedores de elogios, también, quienes desde otras trincheras se convirtieron en combatientes por la salud y la vida del pueblo con esas ofrendas de productos e insumos que escaseaban en los días más álgidos de los rebrotes.
“Fueron jornadas muy intensas”, recuerda Daniel Rojas Luque, quien durante 22 años se ha desempeñado como chófer distribuidor en la planta gasificadora. El trabajo fue muy duro en esos días –alude a los viajes constantes hasta la provincia de Camagüey para traer el gas benefactor y llevarlo sin demora a los necesitados-, pero si la vida de alguna persona está en riesgo, no hay de otra, y salimos en su auxilio bajo cualquier circunstancia”.
Así lo hicieron los constructores, quienes en tiempo récord readaptaron un inmueble y lo convirtieron en un flamante laboratorio de Biología Molecular; los trabajadores de los talleres de Fraccionamiento de Aire, adscripto a la Empresa de Aceros Inoxidables, Acinox-Las Tunas, que con igual urgencia y en estrecha alianza con la Gasificadora- Las Tunas instalaron una línea de llenado de oxígeno que palió, en cierta medida las carencias de este medicamento, insustituible en la atención de pacientes graves y críticos.
Proezas realizaron, también, los colectivos laborales del Centro Provincial de Electromedicina, de la Unidad Empresarial de Base Talleres Desmonte y Construcción (Azcuba) y otras entidades que produjeron aditamentos necesarios para multiplicar el aprovechamiento de las posiciones de oxígenos en los centros hospitalarios y policlínicos; y, de la Empresa Provincial de Transporte que convirtieron ómnibus en ambulancias y muchos de sus medios en transportes sanitarios.
El sector no estatal no estuvo al margen de la batalla crucial que libraba todo el país y se hicieron cotidianas sus entregas de materiales de oficina, productos de aseo e higienización y equipamiento de protección personal a varias instituciones sanitarias.
En la economía
Como es de suponer, al margen de problemas subjetivos que todavía persisten, los efectos perniciosos del bloqueo ya mencionado y de la pandemia sobre la economía local se reflejan en nada halagüeños guarismos, pues de los 135 surtidos físicos previstos en el año solo se alcanzó el 68 por ciento por los bajos aportes de entidades y unidades pertenecientes al entramado empresarial estatal de sectores adscriptos a Azcuba, a los ministerios de la Agricultura, Industrias, Construcción e Industria Alimentaria y otras de subordinación local.
Esos incumplimientos impactaron las ventas netas totales que se quedaron al 80 por ciento del programa anual, sin descuidar que los meses de más bajos resultados fueron los comprendidos en el trimestre julio-septiembre, cuando la provincia sufrió su pico pandémico y se extremaron las medidas del protocolo de bioseguridad que limitaron en extremo la vida económica y social del territorio.
Pero, la economía tuvo prioridad en la agenda del movimiento sindical tunero, asegura Odalis Batista Pérez, secretaria general de la CTC en la provincia, y refiere que fue asunto de prioridad en todas sus aristas y fundamentalmente en lo referido a la producción de alimentos y la preparación de la actual zafra azucarera, dos renglones vitales para esta demarcación.
No obstante, esta área del desarrollo tuvo desde el Gobierno central una inusual actividad jurídica, que incluyó, entre otras cuestiones, la aprobación de 43 medidas implementadas para fortalecer la Empresa Estatal Socialista, 63 dirigidas al incremento de la producción agropecuaria y 93 para salvar el sector azucarero, a las que el movimiento sindical presta especial atención.
La zafra…
“En Cuba no vamos a renunciar a la tradición azucarera”, enfatizó en Las Tunas Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, en encuentro sostenido con los miembros del Comité Provincial de la organización obrera reunido en pleno extraordinario.
El también miembro del Buró Político del Partido explicó las razones de esa decisión y no es casual que lo haya hecho en Las Tunas, provincia que tiene el compromiso de aportar 127 mil 220 toneladas de azúcar al plan total, la cifra más alta entre sus similares del país, seguida por Villa Clara con 120 mil toneladas; y, dos de sus ingenios en producción: Antonio Guiteras (Puerto Padre) y Majibacoa (municipio homónimo) integran el pelotón nacional destinado a brindar las mayores cifras al objetivo del país.
Imbuidos en esa convocatoria ya mueven sus máquinas los ingenios Colombia y Majibacoa, y el Antonio Guiteras prevé comenzar el venidero 8 de este mes, labores antecedidas por un amplio movimiento político organizado por la organización sindical.
Contra la infamia, otras batallas
Y si fue intensa la actividad en el enfrentamiento a la Covid-19 y en procurar el mejor comportamiento posible de la economía, lo fue también el combate contra las campañas difamatorias y los intentos mercenarios y de los enemigos externos de la Revolución que de manera oportunista, como letales patógenos, intentaron –intentan- aprovechar el difícil panorama económico y social para sembrar la desidia, vulnerar la unidad y destruir la Revolución.
Pero todos esos intentos tuvieron la respuesta contundente de la clase trabajadora que ante cada provocación ratificó su apoyo incondicional al sistema político soberanamente escogido por la inmensa mayoría del pueblo y los centros laborales devinieron tribunas de denuncias y de reafirmación revolucionaria y de apoyo al editorial del periódico Granma y la Declaración de la Central de Trabajadores de Cuba, publicada por Trabajadores en sus ediciones impresas y digital.
En perspectiva…
La Secretaria General de la CTC en Las Tunas mira con optimismo al nuevo año. Percibe los desafíos y asegura que la organización obrera y sus afiliados seguirán dando la batalla en todos los órdenes para resistir sin renunciar al desarrollo.
Y al retador 2022 que ya discurre, el viejo calendario le sembró prometedoras esperanzas de un futuro mejor, porque existen cimientos para construirlo como demostraron la XI Ronda de Negocios y la Primera Feria de Invierno que en las postrimerías del año que concluyó develaron las potencialidades para el cambio que ostentan los sectores empresariales estatal y privado, y dejaron expedito el camino a prometedoras negociaciones y alianzas en aras del desarrollo y el bienestar público.
Las Tunas cerró 2021 con 42 micro, pequeñas o medianas empresas (Mipymes) aprobadas por el Ministerio de Economía y Planificación (MEP), nuevos actores económicos que la Central de Trabajadores de Cuba apoya confiando en sus aportes perspectivos a la edificación de la sociedad socialista, próspera y sostenible a la que aspiramos.
2021 fue 1 año bastante duro para nuestro país, pese a los estragos de la pandemia no nos rendimos, al contrario batallando desde cada puesto de trabajo, desde cada pedacito o rincón y más aún poniéndole el corazón
A pesar de los obstáculos continuaremos poniendo corazón a cada detalle de la producción de azúcar