Desde el pasado 6 de diciembre, como parte de la Experiencia 2 de la 14 Bienal de La Habana, dio inicio esta etapa de la más importante cita de las artes visuales en la Mayor de las Antillas, en un extenso segmento de la céntrica Quinta Avenida, desde la calle 4 hasta la 110, en la capitalina barriada de Miramar, se exhiben 11 obras de grandes formatos —realizadas con acero corten— del reconocido pintor, grabador y escultor Alexis Leyva Machado (Kcho).
La macroexposición, Manifiesto, se integra al profuso programa que bajo el título La Habana de la Bienal conforma esta segunda fase del encuentro que se desarrolla con incuestionable éxito de crítica y público, además de la trascendencia de su evento teórico virtual y presencial que tuvo un alcance total de 174 mil 675 internautas de más de 80 países.
El proyecto que, según Kcho, tiene como fin quedarse en Cuba, fue realizado en España entre los años 2017 y 2018, y su constitución permitirá vencer el embate de fenómenos meteorológicos como las penetraciones del mar y los huracanes. La posición de las obras, ubicadas en la franja central de Quinta Avenida, contrasta con la verde vegetación de la zona y el recurrente movimiento de vehículos. “Hay piezas mías en muchos museos importantes del mundo, pero creo que es preciso que pensemos en ir dejando rastros de nuestra presencia y camino en nuestra geografía, así los cubanos podrán apreciar estas obras también en la vía pública”, ha dicho el artífice; conocido, asimismo, por sus instalaciones y performances, amén de su labor como curador y promotor cultural.
La génesis de la propuesta se remonta al año 2002 cuando al transitar por la referida vía capitalina, muy cerca de su estudio, al artista se le aproximó uno de los jardineros que atienden las áreas verdes de la elegante arteria, quien “me preguntó por qué yo no hacía una exposición de esculturas allí. En ese momento me era imposible, pues no tenía las piezas necesarias. Luego me metí tres años trabajando en estos proyectos que pertenecen a la colección del Museo Orgánico que tengo en Kcho Estudio Romerillo, pero que ahora voy a compartir abiertamente con el público”.
El prestigioso crítico de arte, curador y poeta Nelson Herrera Ysla, cofundador del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, en el artículo Kcho, el mar, la ciudad y la Bienal de La Habana, al comentar esta exposición apuntó: “Se trata de una posibilidad grande para el artista al desafiar las vicisitudes de la circulación vehicular en esa famosa avenida habanera, y del paseo de decenas de personas que día a día disfrutan de sus bondades peatonales para ejercitarse y caminar.
“Con ello la Bienal alimenta uno de sus propósitos fundamentales: ese acercamiento al público mediante la búsqueda de alianzas estéticas y afectivas con expresiones del arte contemporáneo. Y la oportunidad, en este caso institucional, de contribuir a la transformación paulatina del paisaje urbano de esta y otras ciudades del país” (empeño extendido a Pinar del Río, Cienfuegos, Trinidad, Sancti Spíritus, Holguín y Santiago de Cuba).
La experimentada curadora Corina Matamoros destacó que la muestra está relacionada con la emigración y la identidad, temas que conceptualmente se corresponden con el sentido anticolonialista de la 14 Bienal de La Habana; mientras que su autor asegura que, además, “habla de los cambios que se producen cuando un ser humano se traslada de su lugar de origen a otro; del valor de los recuerdos… Por eso se llama Manifiesto”.
Respecto a los fallidos intentos de los enemigos de la Revolución cubana de obstaculizar la realización del magno encuentro de las artes visuales, el creador, de renombre internacional, ha reiterado que nunca se va a prestar “para atacar ni a Cuba ni a los cubanos; ni a una tontería como la de hacerle un boicot a la Bienal de La Habana que es tan sacrificada, que se hace sin dinero, sin recursos. Desde siempre. Es una idea que se construye, se alimenta, se realiza y se defiende. Hay que apoyarla”.