Inversión extranjera en Cuba aún no alcanza resultados deseados (en vivo)

Más de 300 negocios con inversión extranjera existen hoy en el país, aunque no se han alcanzado los resultados deseados, valoró Rodrigo Malmierca Díaz, ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, al informar este lunes a los diputados sobre el cumplimiento de la Ley 118 que rige esa actividad, en una sesión de trabajo que encabeza el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

A pesar del recrudecimiento del bloqueo y la pandemia de Covid-19, en los últimos dos años se han aprobado 47 nuevos negocios, pero solo 25 se han logrado constituir por demoras de los socios y partes extranjeras para viajar a Cuba y dificultades para transferir los aportes iniciales del negocio.

El turismo, la energía, los alimentos y la industria ligera son los sectores de mayor incidencia en esta modalidad que tiene un peso importante en las exportaciones del país, no obstante los insuficiente encadenamientos productivos.

Señaló también el avance en la cartera de oportunidades, cuya última edición tiene 678 proyectos por un monto estimado de más de 12 mil millones de dólares que responde a todos los sectores estratégicos del país.

Entre los problemas que afectan la atracción de inversión extranjera hacia el país, el ministro explicó el daño que provoca la calificación de Cuba como país de alto riesgo, como resultado del bloqueo de los Estados Unidos y de los elevados niveles de endeudamiento del país.

Los problemas de convertibilidad del peso cubano, la baja competitividad de bienes y servicios, el déficit de capacidad constructiva y los problemas en los procesos inversionistas, son otras dificultades internas que atentan contra la captación de capital extranjero.

Lo mismo sucede con el poco desarrollo del sistema financiero cubano y la ausencia de un mercado financiero interno, así como el retraso en materia de automatización de los procesos y la conectividad, explicó Malmierca Díaz.

En el plano subjetivo, reconoció errores y deficiencias en el trabajo de los organismos, entidades y empresas vinculadas a la inversión extranjera, tales como  la insuficiente preparación del personal que atiende la actividad y los dilatados procesos de negociación con inversionistas foráneos.

También se ha dado poco espacio a los territorios para atraer inversión extranjera, expresó el titular de la cartera, lo que se ha venido revertiendo en el último año, pero aún es insuficiente, al igual que la promoción que se realiza.

La política hacia el capital extranjero contiene además principios que no son afines a los intereses planteados por los inversionistas foráneos, y que responden a la defensa de la soberanía del país, precisó.

El poco avance de la inversión extranjera, según se valoró, no es atribuible solo a las dificultades generadas por el bloqueo y la pandemia, sino también a factores de índole interna.

Al respecto, Malmierca Díaz explicó que se requiere incrementar los flujos de inversión extranjera directa y elevar su participación en el PIB, para lo cual hay que mejorar las condiciones de Cuba como plaza de inversión y perfeccionar el proceso de promoción y atracción del capital foráneo a todos los niveles.

También, dijo, queda trabajo por hacer en materia de facilitar la tramitación de permisos, licencias y autorizaciones; así como erradicar prejuicios en la mentalidad de empresarios, cuadros y funcionarios.

En relación con la cooperación internacional, cuyas normas rectoras fueron actualizadas en abril del presente año, el ministro informó que en lo que va de año se han aprobado 50 nuevos proyectos por un monto superior a los 137 millones de dólares, casi 20 millones más que en 2020.

Además, al cierre de septiembre se ejecutaron más de 164 millones de dólares, 47 millones más que el año precedente, y para todo el año se estima alcanzar los 230 millones de dólares ejecutados.

Cuba, por su parte, ofrece colaboración actualmente en 74 países, con casi 30 mil profesionales; donde sobresalen las 57 brigadas médicas en 41 naciones con cerca de cinco mil cooperantes.

Malmierca Díaz evaluó que existen algunos avances en la cooperación internacional, a partir de un ambiente más flexible por la nueva legislación y un escenario más favorable para que los donantes destinen sus recursos a nuestro país.

Debate entre los diputados

La diputada Ana Teresa Igarza Martínez enfatizó en las deficiencias internas que afectan la atracción de inversión extranjera, entre ellas la poca agilidad e inexactitudes de los grupos negociadores que desestimulan a los socios foráneos.

Marcy Reinoso Torres, diputada por Pinar del Río, abogó por respuestas tempranas y claras, en favor del bienestar del pueblo, no solo para grandes negocios, sino también otros más modestos. Esteban Lazo Hernández, presidente del Parlamento, inquirió sobre cómo es posible solucionar los problemas ya identificados.

Por su parte, Ydael Pérez Brito, Ministro de Agricultura, coincidió en la importancia de iniciativas más pequeñas que luego puedan ampliarse; además de los proyectos de colaboración que ya tienen más vínculo directo con el surco.

Liván Arronte Cruz, Ministro de Energía y Minas, explicó las incidencias negativas del bloqueo en la inversión extranjera en el sector de la energía, sobre todo en las fuentes renovables; y la búsqueda de soluciones financieras para hacer más atractivos estos negocios.

La preparación del personal y la agilidad en los trámites también afectan a los negocios con capital extranjero en la industria, según expresó el diputado Eloy Álvarez Martínez.

Víctor Manuel Lemagne Sánchez opinó que falta darle más autoridad y protagonismo a la parte cubana en los negocios con inversión extranjera, y abogó por mayor encadenamiento hacia dentro del país para brindar servicios a esas entidades mixtas y que el dinero quede en el país.

La diputada Ania María Aparicio Albelo sugirió implicar a los territorios en la concepción de los proyectos y en su avance, pues a veces desconocen cómo va a ser el negocio con la inversión extranjera.

Fernando González Llort, Presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Peublos, hizo referencia a la cooperación internacional que recibe el país a través de organizaciones de solidaridad con Cuba, con proyectos pequeños pero que resuelven problemas concretos. Hace falta mayor integración entre las instituciones para que estos mecanismos funcionen con mayor eficiencia, indicó.

Experiencias y dudas

José Luis Toledo Santander cuestionó el tiempo tan prolongado que han durado los problemas planteados, mientras que Eder Manuel Olivero Garcell graficó con la experiencia inversionista de la industria del níquel.

Ulises Guilarte de Nacimiento contextualizó la inversión extranjera en el proceso inversionista del país, y señaló que todavía son negocios que exportan poco y no se encadenan lo suficiente con el resto de la economía.

Las facilidades que deben crear los gobiernos locales para propiciar la inversión extranjera fue destacada por Beatriz Johnson Urrutia, de Santiago de Cuba, quien sugirió identificar en los territorios personas que puedan aportar a estos procesos, así como integrar a las universidades.

Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro, apuntó que necesitamos la inversión extranjera, pero no cualquiera. Tiene que haber correspondencia con los intereses del país.

Si no logramos que la inversión extranjera se encadene bien con la industria nacional, la divisa puede salir del país, un fenómeno que ocurre cuando el inversor también funciona como proveedor de materia prima.

Por eso insistió en que debe estimularse la exportación, la disminución del componente importado, y que haya un rendimiento adecuado.

Iyolexis Correa Lorenzo abogó por formas más dinámicas de dar seguimiento a los negocios con capital extranjero, y por su diversificación, así como insistir en la capacitación práctica, no solo teórica para asumir esas responsabilidades.

Malmierca Díaz y Carlos Luis Jorge Méndez, en representación del Ministerio de Inversión Extranjera, comentaron autocríticamente los planteamientos de los diputados, así como el contexto en que se producen, cuando existen entre 50 o 60 proyectos de nuevos negocios.

Magaly Estrada Díaz, también invitada del Mincex, explicó algunos de los impactos de las nuevas normativas en cooperación internacional, pero admitió que la ejecución de los proyectos todavía cada año se queda en alrededor del 70%.

Al intervenir en el debate, el Presidente Miguel Díaz-Canel llamó la atención sobre la integración de los equipos negociadores, donde hay muchos cuadros y pocos juristas, hace falta dominio del derecho internacional para la calidad de los contratos.

Insistió en la agilidad de las respuestas en la negociación de los proyectos de inversión extranjera, que lleva un seguimiento donde el Mincex y las entidades que participan, tienen que trabajar.

En tercer lugar, la cooperación internacional hay que intencionarla hacia la producción, los insumos y la tecnología; y menos en necesidades superfluos.