Analizan Código de las Familias con identidad muy cubana (Cobertura en vivo)

Por su parte, Leonardo Pérez Gallardo, también invitado como integrante de la comisión redactora, particularizó en las instituciones de guarda y protección en el ámbito familiar, en particular las que protegen a personas adultas mayores y en situación de discapacidad, así como la tutela para menores de edad.

Ahondó también en las figuras del matrimonio y de las uniones de hecho afectivas, como respuesta a los principios acogidos en la nueva Constitución. Los principios de libertad y autonomía se combinan con los de responsabilidad, expresó el académico, al caracterizar las propuestas del futuro Código.

Homero Acosta Álvarez, secretario de la Asamblea, reconoció el trabajo de la comisión redactora del proyecto de Ley y recordó que fue la Constitución la que abrió el camino a la transformación del derecho familiar. Tenemos que ser coherente, congruente y estar en sintonía con lo que un día aprobamos aquí, expresó.

Desmintió algunos mitos que se han extendido como considerar al Código solo en lo referido al reconocimiento de la diversidad sexual, y elogió el derecho de todas las personas a constituir una familia. No impone modelos ni tipos de familias, sino que reconoce la diversidad de vínculos familiares existentes a nuestro alrededor, dijo al referirse al proyecto como una concreción de lo estipulado en la nueva Carta Magna.

Destacó igualmente las garantías que encierra para los derechos de la descendencia, la responsabilidad de padres y madres, los vínculos que van más allá de la consanguinidad, y el enfrentamiento a la violencia familiar. No menos importante consideró el amparo que brindará a las personas adultas mayores y con discapacidad, en el primer caso una respuesta a la situación demográfica del país y en segundo orden una voluntad protectora que siempre tuvo la Revolución y ahora se plasmará en la Ley.

Es un Código del cual tenemos que sentirnos orgullosos, y eso hay que trasladarlo a nuestro pueblo, con independencia de cualquier diferencia. No le tengamos miedo a la diferencia, hay que persuadir, educar, convencer; y el pueblo lo va a comprender y apoyar, valoró.

Tras la intervención de los ponentes del tema y del secretario de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, ponderó que compartía la idea de sentirnos orgullos por contar con profesionales tan capaces y sensibles, que han trabajado en un proyecto como este, de mucha robustez y de amplio impacto en la sociedad cubana.

Opiniones de los diputados

Mariucha Lenzano Pascual, de Santiago de Cuba, expresó que el hecho de ir ya por la versión 23 evidencia la inteligencia colectiva que se reúne, pero planteó dudas sobre los temas de adopción de los hijos y del reconocimiento de la paternidad cuando el padre se niega a hacerlo.

Por su parte la Doctora en Piscología Patricia Arés, destacó el cambio que genera este Código a partir de la diversidad y  la protección que ofrece. «Se corresponde con los hallazgos de la psicología y de las investigaciones de lo que sucede en las familias en Cuba y esa nueva mirada social es una transcición cultural que nos ofrece una comprensión más amplia de la familia y la infancia», apuntó.

La diputada Magalys María Sairo Agramonte, emitió su criterio sobre la guarda y cuidado alternada de los niños que se propone en el Código, a lo cual el Ministro de Justicia Oscar Silvera, le aclaró que el proyecto tiene variantes, que no son excluyentes, sino de acuerdo a la circunstancias del asunto en concreto.

Karla Santana Rodríguez, diputada por la Habana Vieja, propuso que se tomara en cuenta el tema de la protección a las mascotas en el ámbito familiar, lo cual fue aceptado para ser valorado por lo integrantes de la Comisión Redactora del Código, a tono con las tendencias más modernas en este aspecto.

Otros diputados refirieron casos concretos de situaciones o escenarios que lejos de pertenecer al Código de las Familias corresponde a la asistencia social que brinda el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, tal y como ratificó la Ministra Marta Elena Feitó.

Alberto Núñez Betancourt, director del periódico Trabajadores y diputado por Camagüey, propuso que varios términos se incluyeran en el Glosario del Código de las Familias; mientras Gerardo Hernández Nordelo, coordinador de los CDR, comentó la diferencia que existe entre algunos Parlamentos del mundo que atacan a una Cuba virtual, en tanto «nosotros estamos discutiendo un Código moderno, avanzado e inclusivo, que enaltece a la cubanidad y que nos acerca al pensamiento martiano de una Cuba de todos y para el bien de todos».

El destacado intelectual Miguel Barnet argumentó que no apoyar este Código es quedarnos en la retaguardia de las ideas más avanzadas y dejar al futuro sin sostén. «Se basa en lo más puro de los sentimientos humanos y la Revolución nunca ha sido un retablo de mentiras. Apoyarlo es ser fiel a Fidel cuando nos dijo que en una revolución verdadera había que cambiar todo lo que deba ser cambiado».

«El amor no tiene sexo y el afecto tampoco tiene que ver con la sangre. La que nos une es la sangre de la Revolución que nos devuelve la vida y el futuro con este Código», concluyó Barnet.

Raúl Alejandro Palmero llamó la atención sobre los mitos que circulan en redes sociales, que obvian todo lo que se discute en el Parlamento. No es un Código del matrimonio, sino de muchos temas de alta sensibilidad, refirió, para acto seguido reflexionar sobre el por qué es necesario una consulta popular o referendo, el cual le otorgará mayor legimitidad.

«Votaremos por un Código de múltiples conquistas sociales, y los derechos de minorías están protegidos. Estaremos votando por la familia cubana», comentó el joven diputado, quien manifestó su confianza en que los jóvenes apoyarán este referendo porque no se le está imponiendo nada, sino que es un proyecto que favorecerá a sus hijos, a sus familias.

La Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, Teresa Amarelle Boué, argumentó que este Código recoge la violencia de géneros y promueve los afectos, el respeto, que garantiza los derechos de todas las mujeres, de los niños, y de la familia, desde la unidad que siempre ha promovido la Revolución.