Baloncesto cubano: vientos de ilusión a través de la ventana

La selección masculina cubana de baloncesto se llevó algo más que dos derrotas de la última ventana Fiba rumbo al Mundial de Filipinas, Japón e Indonesia 2023. Si bien los muchachos de Eduardo Moya cedieron ante Estados Unidos y Puerto Rico, el equipo llegó a mostrar quizás su mejor cara de la última década a nivel internacional.

La actuación en el descalabro 95-90 ante un elenco estadounidense en el que militaban varios jugadores que pasaron por la NBA, con el base Isaiah Thomas a la cabeza, fue capaz de devolver la ilusión a los seguidores de esta disciplina en el país.

La escuadra cubana se vio suelta, sin la presión característica de los últimos tiempos. Con unos jugadores comprometidos con el sistema de juego se llevó dos cuartos frente a un equipo superior en el papel, que no tuvo tranquilidad hasta los últimos instantes de partido, cuando Thomas anotó el triple que selló el triunfo norteamericano.

En el cotejo se evidenció la madurez alcanzada por los atletas contratados en ligas foráneas, con Jasiel Rivero tirando del carro (34 puntos, 9 rebotes, 2 asistencias, +36 de eficiencia), apoyado por el buen desempeño de Karel Guzmán y Yoanki Mensía, a quienes se les sumó el positivo regreso actuación de Yorman Polas.

Los fallos en tiros libres clave y una ligera superioridad estadounidense bajo las tablas hicieron esa pequeña diferencia en el marcador final que dejó un sabor agridulce.

Sin embargo, al día siguiente, en el enfrentamiento con los boricuas, el ímpetu inicial de Cuba se diluyó rápidamente y terminó por parecerse más a esa selección errática y desconcentrada de los últimos años, que a aquella que supo poner en aprietos a Estados Unidos.

La efectividad en dobles y triples cayó estrepitosamente alrededor de 20 puntos porcentuales con respecto a la primera presentación y la banca -mermada además por la ausencia de dos jugadores- no se mostró al nivel esperado, aportando a la causa solo cuatro unidades, catorce menos que en el primer desafío.

Si a esto le sumamos el desgaste que desde el punto de vista fisico significó el encuentro ante Estados Unidos y que efectivos importantes como Jasiel Rivero y Karel Guzmán estaban tocados, se hace más comprensible el bajón de un conjunto que solo consiguió 17 puntos en los dos últimos cuartos.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que la nueva dirección lleva poco tiempo con el grupo, por lo que se hace necesario un período de trabajo más extenso para poder ajustar las fallas mostradas en esta ventana.

Por ahora, los muchachos de Eduardo Moya ya entrenan en la Ciudad Deportiva con vistas a la próxima presentación ante México, líder del grupo, el 24 de Febrero de 2022.

El balance, más allá de los problemas que lastra el baloncesto cubano, puede catalogarse como positivo. En Chihuahua se ratificó la importancia de insertar atletas en ligas foráneas y la necesidad de hacer todo lo posible por incorporar figuras con nivel que desean representar el uniforme de las cuatro letras. La ruta parece estar trazada. Ya veremos si febrero nos trae sorpresas y las ilusiones se traducen en victorias.