Este primero de diciembre en Cuba se celebra el Día del Locutor, ocasión propicia para, en nombre del Secretariado del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, hacer un merecido reconocimiento a todos los afiliados a nuestra organización que desempeñan este noble oficio en la Radio y la Televisión Cubanas.
Como es conocido, esta efemérides evoca la realización en La Habana del Segundo Congreso Interamericano de Locutores, este propio día del año 1954, fecha en que ya era considerable la cantidad de profesionales que ejercían esta actividad, luego de que el 22 de agosto de 1922 Luis Casas Romero realizara la primera transmisión radial en nuestro país, en tanto se fueron creando y organizando diferentes emisoras radiales en toda la isla, hasta que el 20 de octubre de 1935 fue creada en Camagüey la primera Asociación de Radio Locutores; y en años posteriores se fundó en La Habana el Colegio Nacional de Locutores; en tanto el resto de las provincias instituyeron sus propias vías de formación.
La génesis de esta celebración se remonta a enero de 1947 cuando se celebró en Camagüey el primer Congreso Nacional de Locutores, entre cuyas resoluciones aprobadas, estuvieron incentivar la Ley del Retiro del Locutor; la creación de la Escuela Nacional de Locutores; crear la Casa del Locutor en La Habana y demás provincias; propiciar la Ley de Radio e instaurar el Día del Locutor; demandas que quedaron automáticamente resueltas tras el triunfo de la Revolución Cubana encabezada por nuestro máximo líder Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y con la creación, primero, en el año 1961, de la Comisión de Orientación Revolucionaria, que institucionalizó las redes de radio y televisión existentes en el país y posteriormente la creación del Instituto Cubano de Radiodifusión, el 24 de mayo de 1962, derivado, trece años después en el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
De tal modo, los locutores cubanos, como el resto de los trabajadores de estos medios, incorporaron a su quehacer altas virtudes políticas, ideológicas, sociales, éticas y estéticas, al servicio de los conocimientos, la cultura, la recreación y la defensa de los valores e intereses más sagrados de la nación y de todos sus ciudadanos, dirigida a profundizar los más elevados ideales patrióticos e internacionalistas de nuestro pueblo, en la lucha por su independencia, soberanía e identidad nacional y su amor a la construcción del socialismo, teniendo en cuenta las necesidades y deseos del público.
Artistas de la palabra que enriquecen con sus voces la programación radial y televisiva a lo largo de todo el territorio nacional, son nuestros locutores que se desempeñan con elegancia, profesionalidad y entrega incondicional a tan digna profesión.
En este día de celebración y recuento, no podemos olvidar la huella dejada en este oficio por inolvidables compañeros que ya no están entre nosotros, desde la valiente actriz Violeta del Casal Díaz, símbolo de la locución femenina en Cuba, cuya voz salió al éter el 24 de febrero de 1959, desde la Sierra Maestra, para identificar a Radio Rebelde, emisora de la Revolución, cuyo desempeño se unió desde la altura insurrecta a la de los revolucionarios Ricardo Martínez, Orestes Valera, Guillermo Pérez y Jorge Enrique Mendoza; así como la de otros emblemáticos nombres como los de Germán Pinelli, Consuelito Vidal, Antonio Pera Quintana, Manolo Ortega, Franco Carbón, Julio Alberto Casanova y Eduardo Rosillo, junto a otras grandes figuras que, como Margarita Balboa, Marianita Morejón, Orlando Castellanos y Miguel Navarro, integran la nómina de grandes maestros de la locución en Cuba.
Asimismo, a otras consagradas y emblemáticas figuras de este oficio, como César Arredondo, Marialina Grau, Laritza Ulloa, Rafael Serrano y Josefa Bracero, entre muchos otros que harían muy extensa esta relación, llegue nuestro saludo en esta fecha.
Gracias al interés de la Revolución por llevar información, educación y cultura a los más apartados rincones del país, la Radio Cubana ha crecido a tal punto que actualmente exhibe 99 emisoras, entre nacionales, provinciales, municipales y locales, además de la internacional Radio Habana Cuba, las cuales llegan a cubrir un 98 por ciento del territorio nacional. En cada una de esas plantas, así como en las canales de televisión y los telecentros, laboran cientos de locutores, entre ellos jóvenes que se han enriquecido con la experiencia acumulada durante varios años por otros excelentemente acreditados, para de tal modo identificar a estos artífices de la expresión hablada como un gran colectivo cuyo ejercicio se caracteriza por su calidad profesional, amén de su total consagración y superación.
En estos tiempos de amenazas y agresiones a través de las redes sociales, los locutores cubanos se esfuerzan por alcanzar una mayor integralidad, una vasta cultura, capacidad de reacción, aparte del conocimiento de los elementos técnicos que hacen de la aptitud solo punto de partida. Y es que nuestros locutores ocupan un lugar privilegiado en nuestros hogares, como integrantes de la familia, a la que llevan la actualidad noticiosa, la alegría, la cultura y la educación, de forma tal que sus palabras a través del éter acarician nuestros oídos.
Llegue a cada uno de los locutores cubanos, en su día, el mensaje de gratitud, admiración y respeto del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, y especialmente de este pueblo que a diario los escucha y los identifica como sus voces preferidas.