Integrar saberes en la implementación del Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional

Cada persona tiene su valor social en la integración de los conocimientos, de los saberes para la implementación del Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, afirmó Frei Betto, asesor de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) durante el Taller de formación de formadores impartido en el Ministerio de la Agricultura.

El encuentro tiene como base la capacitación de voluntarios que serán los formadores, los transmisores de cómo lograr la Soberanía Alimentaria y Nutricional (SAN) en las comunidades, en los hogares, para lo cual es preciso implicar también a la escuela, comentó el teólogo brasileño.

Precisó que no se puede implantar “un modelito” para llevar el SAN a vías de hecho, sino que cada uno de sus actores debe incorporar conocimientos y experiencias, el SAN tiene que instaurarse de abajo hacia arriba, sino no funciona, aseguró.

Argumentó que en estos talleres y en la vida cotidiana cada quien puede explicar su experiencia, aunque no crean tener los conocimientos para lo cual aplica, según detalló dos herramientas: el sacacorchos y el destornillador para destapar los saberes y afilar las puntas, ajustar la materia prima que viene de la práctica.

Por estos días Brei Betto está en Cuba acompañando la implementación del Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, y disfrutando de un apretado programa de actividades que incluyó visitas a productores y comunidades en Mayabeque y La Habana (días 24 y 25), encuentros con periodistas, estudiantes, entre otras.

El asesor FAO también destacó la necesidad de tener alimentos en la mesa, respetando y valorando la cultura y experiencia de los principales actores de la agricultura, otros sectores económicos y sociales.

“Hay culturas distintas que integran los saberes”, dijo el teólogo, y puso como ejemplo que en las casas de la clase media y alta en Brasil, tienen cocineras, pues aún con mucho dinero tienen que cocinar para comer y vivir. Cada quien tiene su valor en la integración de los conocimientos.

Preguntó ¿cómo hacer mejor la agricultura para que haya más alimentos?, y respondió que para eso es preciso la educación popular, la comunicación. Frei Betto coteja sus experiencias en el desarrollo del Proyecto Hambre Cero, de Brasil, una propuesta de política de seguridad alimentaria presentado en el 2001 con la realidad cubana que ha palpado en diversas oportunidades.

“Muchas personas no son conscientes de lo que saben, por eso hay que conocer, interactuar, hablar con quienes serán actores fundamentales del SAN, sacarlos a flote y socializarlos.

Recomendó a los cubanos degustar otros tipos de pan, no solo el de harina de trigo es bueno, se hacen con otros cereales, con yuca, con boniato…, lo que corresponde a la educación nutricional, que en el futuro permita diversificar los alimentos en la mesa y no crear esa sensación de escasez que hay en el mundo.

La presentación del libro “Cartas desde la Cárcel”, el próximo viernes, cerrará las actividades de Frei Betto en Cuba durante su acompañamiento a la implementación del Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional.