Cuba es hoy uno de los pocos países en desarrollo que inmunizó a la mayoría de su población contra la Covid-19 con vacunas propias, y es un ejemplo a seguir, destacó una revista estadounidense.
Según un artículo de la publicación periódica Jacobin, los logros de la nación insular se deben gracias a su sector público de biotecnología y al profundo compromiso de su Gobierno con la salud pública.
El exitoso programa de vacunación dio la vuelta a la pandemia en el país, que es un ejemplo en el camino a seguir para el mundo en desarrollo y continúa su lucha contra el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, frente al actual apartheid de las vacunas impulsado por las empresas, subrayó.
Cuba muestra “más ampliamente lo que es posible cuando la ciencia médica se desvincula del beneficio privado”, afirmó el material periodístico.
Datos de la universidad Johns Hopkins al momento de escribir este artículo arrojaron que Cuba vacunó al 78 por ciento de su población, lo que la sitúa en el noveno lugar del mundo, por encima de países ricos, mientras Estados Unidos, con algo menos del 60 por ciento de su población inmunizada, ocupa el puesto 56, indicó el autor Branko Marcetic.
Enfatizó que el cambio de tendencia desde que se inició la campaña de vacunación en mayo pasado revitalizó la suerte del país frente al doble choque de la pandemia y el intensificado bloqueo estadounidense.
Tras un pico de casi 10 mil infecciones y cerca de 100 muertes diarias, ambas cifras cayeron en picada, añadió Marcetic al señalar que con el 100 por ciento de la población con al menos una dosis de vacuna a finales del mes pasado, la isla reabrió sus fronteras al turismo y también sus escuelas el pasado 15 de noviembre.
“Esto convierte a Cuba en un caso atípico entre los países de bajos ingresos, que solo han vacunado al 2,8 por ciento de su población combinada, lo cual se debe en gran medida al acaparamiento de vacunas por parte del mundo desarrollado y a su celosa protección de los monopolios de las patentes”, enfatizó.
Recordó el columnista que la decisión de Cuba de desarrollar sus propias vacunas, dos de las cuales -Abdala, llamada así por un poema escrito por José Martí, Héroe Nacional; y Soberana 2- recibieron finalmente la aprobación oficial en julio y agosto.
Además, resaltó cómo los fármacos cubanos están en camino de agregar una “nueva exportación comercial en un momento de dificultades económicas continuas”.
En ese sentido, indicó que los esfuerzos están en marcha con acuerdos con Vietnam, Venezuela, Nigeria, Irán y Siria.
Desde septiembre –argumentó-, Cuba está en proceso de obtener la aprobación de la Organización Mundial de la Salud para sus vacunas, lo que abriría la puerta a su adopción generalizada. (Tomado de ACN)