En el propio lugar donde se hizo revolucionario, se enfrentó a la tiranía de Batista, y encabezó la Marcha de las Antorchas durante muchos años. Otra vez la histórica y legendaria escalinata de la Universidad de La Habana se colmó de estudiantes, de jóvenes de todas las edades, para reafirmarle al Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, que jamás defraudarían su confianza.
En la víspera del aniversario quinto de su desaparición física, la conmemoración es cita obligada. Allí, de alguna manera, estuvo Fidel en los corazones de los estudiantes y de los profesores, y de quienes quizás alguna vez escucharon de muy cerca los consejos de un patriota que siempre acompañó a su pueblo.
La ya tradicional velada político-cultural —cada 24 de noviembre— justo en el lugar donde nació la frase de Yo soy Fidel, a los pies del Alma Máter, contó con la presencia del Presidente Miguel Díaz-Canel-Bermúdez y fue una magnífica oportunidad para reafirmarle a los enemigos de la Revolución que “aquel sueño de una Cuba sin Castro se esfumó”, tal y como señaló Aylín Álvarez García, Primera Secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas.
Aquí y ahora está Fidel, el que ocupa su lugar de joven universitario, el que sube los peldaños de esta escalinata, en esos laboratorios silenciosos donde la ciencia salva, en cada brazo que produce siembra. Fidel es también la inteligencia de un gobierno, es el Partido Comunista que supera escollos e impulsa un país, enfatizó la dirigente juvenil y agregó: “Ahora le decimos, siga con nosotros Comandante, le seremos fieles hasta las últimas consecuencias de nuestros actos”.
Breve y sentida ceremonia, donde el arte joven lució con elegancia sus mejores galas y no faltaron la poesía en la voz inconfundible del actor Alden Knight, la Danza Contemporánea, los repentistas comprometidos Héctor y Aramis y, por supuesto, el final siempre esperado de Cabalgando con Fidel en las voces del trovador Raúl Torres y sus acompañantes.
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Fue una velada singular, tierna, patriótica. ¡Fidel por siempre!
El de la esbelta figura.
El de la esbelta figura
Arrancó por un sendero
Que fue de luz y certero
¡Que bien plantada postura!
Luchó contra dictaduras
Puso su afán en la tierra
Supo conducir la guerra
Con sabiduría y bravura
Se adentró en la espesura
De las montañas cubanas
Portando fusil, cananas
Y la conciencia muy pura
Medicina para la cura
Del mal que nos azotaba
Nunca cejaría por nada
Con su convicción segura
Nunca perdió la cordura
Por presiones extranjeras
Pues las acciones certeras
Frenaron la embestidura
Soltaría las ligaduras
Que el abuso y la opresión
Sumían a la nación
La situación era oscura
Nació y colocó la untura
Sobre la llaga infernal
Liberando así del mal
Formando nueva estructura
Fidel abrió la sepultura
Para enterrar el pasado
Junto al pueblo ha logrado
Ideales sin fisuras.
En su corazón, dulzura
Es amante de la paz
Que cumpla noventa y más
El de la esbelta figura.
Marciano Ortiz Matos.