“Si la Anir funciona, hay soluciones”, con esa expresión corta, pero contundente, el joven Orestes García Durañona, director general de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Desmonte y Construcción Las Tunas, define el relevante rol que desempeñan los innovadores y racionalizadores en este centro vital en los ambiciosos programas del país que buscan la soberanía alimentaria.
Esa convicción lo convierte en obstinado promotor del quehacer de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores y anda de la mano con el sindicato y la representante de la organización mancomunando esfuerzos y premiando resultados que motivan, estimulan a enfrentar los desafíos presentes y futuros con el ingenio colectivo, cuyos aportes son muestra de la capacidad de resistencia y la voluntad de continuar fundando sueños de la clase obrera cubana.
“Todos nuestros planes productivos dependen del aseguramiento de los medios de transporte y la maquinaria; y, la inmensa mayoría de los trabajos de nuestros aniristas han resuelto problemas asociados a la compleja situación provocada por la obsolescencia tecnológica del equipamiento que data de los últimos años de la década del 70 y primeros del 80 del pasado siglo”, sostiene Gerardo Enrique Calnick, jefe del departamento de Organización, Análisis y Control de esta UEB, adscripta al Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la Agricultura (Gelma)
Tanto es así, que “esas acciones hacen posible mantener al 80 por ciento el coeficiente técnico de explotación de la añeja tecnología”, asegura Rubén Antonio Bruzón Piedra, jefe de taller de la UEB, quien agradece esa contribución que alivia las tensiones y le ayuda a sostener sus importantes prestaciones vinculadas, fundamentalmente, al fomento de nuevas áreas destinadas a la producción de alimentos.
Con ese criterio coincide Mirelys Márquez Poncio, al frente del departamento Económico, “gracias a sus aportes, dice, se ha podido mantener funcionando estos equipos y sobrecumplir nuestros planes de producción”; mientras, Mislaidys Acosta Fuerte, a cargo del Capital Humano, encomia este desempeño, “porque nos ha permitido garantizar contenido a los trabajadores a pesar de la difícil y compleja situación actual agravada por el recrudecimiento del bloqueo de los Estados Unidos y el impacto de la pandemia”, argumenta.
Y, como constancia, la nueva edición del Fórum de Ciencia y Técnica abrió tribuna a la defensa de cinco interesantes propuestas que ya benefician el trabajo de medios de transporte de carga y de la maquinaria que vuelven a poner su utilidad al servicio del desarrollo y cuyos autores defendieron de forma original, sin tantos protocolos que inhibe a algunos, en los escenarios naturales, donde protagonizan las hazañas cotidianas: sus puestos de trabajo.
Las innovaciones presentadas dan respuestas a urgencias con piezas de repuesto y partes que ahora mismo no se pueden adquirir en el mercado exterior y tienen que ver con la recuperación de pantallas de las luces y de sistemas de freno y de dirección, entre otras que reaniman estos imprescindibles equipos.
Diana Rodríguez Vega, especialista de Calidad y representante de la Anir, pondera la manera casi espontánea con que los 16 aniristas asumen los grandes desafíos que entraña mantener funcionando estos medios y la humildad que caracteriza a sus realizadores.