Este 15 noviembre la familia tunera, como todas en Cuba, disfrutó en grande la fiesta que significa el inicio del nuevo curso escolar que abrió aulas en 641 centros educacionales para cerca 78 mil alumnos de la Enseñanza General, quienes retornan pletóricos de alegría al reencuentro presencial con nuevos saberes, educadores y condiscípulos.
Llegan a sus planteles más felices, inmunes y protegidos contra el Sars-CoV-2, virus causante de la Covid-19, letal enfermedad que interrumpió la marcha normal de los calendarios docentes y ahora vuelven como símbolos de Cuba vive y renace con nuevos bríos y sostenida en el corazón de sus mejores hijos esos que no son mercenarios ni mercaderes de conciencia
En el transcurso de los últimos 20 meses, muchas de esas escuelas fueron escenarios que facilitaron la batalla contra esta letal enfermedad ya como consultas extra hospitalarias o vacunatorios que contribuyeron en el enfrentamiento que hace posible hoy el retorno paulatino a una nueva y prometedora normalidad.
Las instituciones docentes muestran mejoras en sus infraestructuras gracias a las gestiones gubernamentales que sorteando escollos y carencias materiales pusieron empeño, junto a los claustros, personal de apoyo a la Educación y la comunidad, para hacerlas más acogedoras.
Al mismo tiempo, en las instituciones velan con mucho celo el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, cuyas medidas son consideradas con el refuerzo esencial a los antígenos que los protege del nuevo coronavirus.
En acto provincial se celebró en el seminternado Eduardo Pérez Sánchez, de la ciudad de Las Tunas, donde fueron estimulados los organismos que participaron en las acciones de remodelación y a los que dieron su contribución el enfrentamiento a la pandemia en todos estos días de duras batallas.