Niños y adolescentes al amparo del amor

Hace 16 meses que la MsC. de la Educación Mailén Peña Fernández dirige el centro de niños y adolescentes sin amparo familiar, ubicado en la calle Julián Santana, número 122, en la ciudad de Las Tunas, «son de una edad difícil», reconoce, pero asegura que nunca se ha sentido sola en la sensible y humana misión.

“El Estado, el Ministerio de Educación y muchas entidades empresariales; y, organizaciones sociales y de masas nos apoyan”, me dijo después de recibir un donativo de empresas y unidades de la Construcción en la provincia, cuyos representantes ratificaron el compromiso de contribuir a la rehabilitación del inmueble. Así es el Socialismo que mercenarios y anexionistas al servicio del imperio nos quieren arrebatar.

En el centro reciben la cobija del amor 11 muchachos con edades que oscilan entre los siete y los 18 años, quienes “tienen asegurados estipendio, alimentación, atención médica y enseñanza gratuitas, uno de ellos ya trabaja en la Empresa de Aceros Inoxidables Acinox-Las Tunas, entre otros beneficios que adoban sus sentimientos y mitigan la ausencia de familias carnales”, remarca Mailén.

Según ha reconocido el Fondo de Naciones Unidas para la infancia (UNICEF), “un total de 535 millones niños y niñas –casi uno de cada cuatro– viven en países afectados por conflictos o desastres, a menudo sin acceso a ningún tipo de atención médica, educación de calidad o una nutrición y protección adecuadas”.

De esos infantes ninguno es cubano gracias al sistema social, el Socialismo, que los cobija y que algunos trasnochados pretenden derrumbar con cuestionamientos, campañas difamatorias y otros ardides con manufactura imperial que le hacen el juego a sus ansias hegemónicas.

Aunque cito una informe de hace algunos años, hoy la situación de la infancia en el mundo es casi la misma en los países pobres, agredidos, en vías de desarrollo  o víctimas del neoliberalismo; al propio tiempo, la UNICEF ha reconocido en muchas ocasiones y sustentado en investigaciones objetivas que: “El Estado cubano ha mostrado una fuerte voluntad política para garantizar el adecuado desarrollo y bienestar de su infancia (…)”.

La secretaria del Buró Provincial del Sindicato de la Construcción, Elizabeth Torres Machado, agradeció el aporte de juguetes, ropa, artículos de aseo personal… hecho por los afiliados de las empresas de Construcción y Montaje, Mantenimiento Constructivo y Escambray y, calificó el gesto como “un acto que reafirma el papel solidario de los trabajadores cubanos con su pueblo bajo el principio de compartir lo que tienen, no lo que les sobra”.

Y los muchachos, sin palabras, pero con el regocijo y la timidez propios de la edad ante desconocidos reflejados en sus rostros, dieron las más sentidas gracias a quienes con su entrega les recuerdan que tienen compañía para enfrentar los desafíos impuestos por la vida.

El intercambio, organizado por el movimiento sindical del territorio, fue ocasión propicia para que los trabajadores del centro proclamaran su apoyo al editorial La razón es nuestro escudo, publicado por el periódico Granma, que expresa la firme posición del Gobierno cubano y los argumentos que sustentan su rechazo a cualquier intento de socavar la unidad del pueblo y destruir su Revolución.