Por: Alina Perera Robbio
Un «agradecimiento profundísimo, por la oportunidad que nos han dado de compartir con ustedes ideas que nos han dado para el mejoramiento y la consolidación de nuestro deporte» transmitió este jueves, desde el Palacio de la Revolución, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a un grupo de interlocutores que hablaron desde la pasión y la misma sinceridad con que muchos salen a defender, ante el mundo, la dignidad y el alma de Cuba.
Tuvo mucha razón en decir el boxeador cubano Andy Cruz —cuando ya el sol iba despidiéndose con su luz e iba llegando a su fin el diálogo entre el mandatario y un grupo de atletas, entrenadores, miembros de los colectivos técnicos, y dirigentes del deporte en nuestro país— que esta jornada del 7 de octubre marcará un momento histórico.
Andy, el pugilista de la división de los 64 kilogramos, al que recordaremos por su trayectoria y por su coraje, habló de páginas que rodean la jornada de este jueves, como la del triste seis de octubre, la del día ocho que nos marca la caída del Che Guevara, o la del Diez que es el instante tremendo de Céspedes, el Padre de la Patria. Pero también lo dijo por el contenido de todo lo expresado en un encuentro transido de muchas verdades necesarias, de sugerencias, y también de emociones y de compromiso.
El cierre fue una fotografía de todos juntos, sugerencia del Jefe de Estado. Y el inicio tuvo que ver con los modos y pilares sobre los cuales levantar un país, en una jornada que también contó desde la presidencia con el viceprimer ministro, Jorge Luis Perdomo Di-Lella; con Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado y jefe del departamento de Educación, Deportes y Ciencia en el Comité Central del Partido; así como con Osvaldo Vento Montiller, presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder).
En la misma cuerda de sus compañeros, Andy Cruz quiso agradecer «por este momento, por esta oportunidad de reunirnos, de sentarnos a debatir y entre nosotros mismos construirnos». Hoy hemos sido la continuidad, dijo, de los mambises, de los guerrilleros, de los agradecidos. Y mencionó al Comandante en Jefe Fidel Castro, y su idea de que, para enfrentar a quienes nos han negado todo, y seguir venciendo, hacían falta valor, unidad, altruismo, «porque un pueblo cobarde y desunido se rinde y regresa a la esclavitud».
El joven guerrero —que extendió un par de guantes de boxeo al mandatario— habló de los modos más disímiles en que nuestros atletas han entrenado en estos tiempos de la COVID-19, y felicitó a la dirección del país por seguir haciendo Revolución. Habló de nuestras mujeres, que son tan valiosas y merecen cosechar victorias desde el boxeo femenino, al tiempo de recordar un concepto que resultó ser un eje durante las reflexiones: el deporte es derecho del pueblo.
A modo de introducción, Díaz-Canel Bermúdez comentó a los presentes sobre cómo, en los últimos meses, se han estado produciendo intercambios de la dirección del país con representantes de los diferentes sectores sociales, «que nos han aportado mucho porque nos han permitido valorar elementos de políticas públicas que tenemos que perfeccionar o implementar».
Al dar la palabra a sus interlocutores, comenzaron a desarrollarse múltiples temas, y a expresarse las inquietudes, todo en dirección de potenciar el deporte en Revolución. El trabajo en las comunidades que más lo están necesitando, asunto al que hicieron alusión los primeros en intervenir, dio paso para que el Presidente cubano recordara y explicase los tres pilares para el trabajo del Gobierno: la informatización de la sociedad, la comunicación social, y la ciencia y la innovación.
La tarde fue el momento para que el dignatario compartiese la idea acerca del valor de la investigación para solucionar problemas; para que los caminos sean los de la innovación.
Tenemos que desarrollar una cultura de pensamiento, apuntó, que lleve a la lógica de que, para solucionar algún problema en el mundo del deporte, la vía sea investigar. Y enfatizó: «Yo aspiraría a que nuestros atletas puedan seguir preparaciones (…) que puedan llegar incluso a la investigación científica, cursando maestrías y doctorados».
De otra idea medular habló el Jefe de Estado: «La aspiración de nosotros en lo que defendemos como socialismo —que es que exista la mayor justicia social posible—, parte del criterio de que la gente no se van a diferenciar por los bienes materiales o por sus riquezas; la gente se tiene que diferenciar sobre todo por sus conocimientos, (…) por sus esencias, y que eso les permita aportar a la sociedad de una manera enriquecedora».
«Por lo general a la ciencia se llega con esas motivaciones: las de tratar de enfrentar problemas, enfrentar retos, incluso adversidades, y tratar de superarlos y encontrar soluciones científicas, lo cual lleva mucho de sacrificio». Analicen, sugirió en otro momento, cuántas historias hay en nuestros atletas, cuánto han pasado para mantenerse en la élite; entonces ahí hay mucha innovación que hay que ver, que revisar.
Otras voces y emociones
Hicieron uso de la palabra directivos del mundo deportivo, mujeres y hombres de mucha experiencia. Y también aportaron con sus criterios atletas de los que Cuba siente mucho orgullo, como la joven voleibolista, Yumilka Ruiz; o la primera figura del pentatlón moderno en Cuba, Leydi Laura Moya; o la mítica Yipsi Moreno —quien abogó por aprovechar todas las experiencias posibles, y mezclar teoría y práctica para ganar en entrenamiento, quien recordó también que deporte en esta Isla significa oportunidad—.
«Yo me paso de positiva —dijo la excepcional Atleta—; y pasarme de positiva es que yo agradezco a la Revolución; y cada vez que salgo de escuchar un discurso suyo, Presidente, salgo con muchos deseos de trabajar, salgo con muchos deseos de hacer».
Una y otra vez Fidel volvía en las palabras de quienes hablaban: porque el Comandante en Jefe fue el de ideas como el Laboratorio Antidoping que tiene Cuba y que es, como acotó su director Rodney Montes de Oca, de los poquísimos que hay en el mundo, y el único de América Latina que nunca ha perdido su acreditación, cuyos impactos en el deporte cubano resultan de inestimable valor.
Regla Torres, una de las leyendas de nuestro voleibol, compartió recuerdos de grandes momentos a los que Cuba tendrá que volver, y también compartió su angustia por el estado en que se encuentra la escuela donde se forman quienes en un futuro podrían ser como lo fueron nuestras legendarias Morenas del Caribe.
Del béisbol que tanto amamos también se hicieron análisis en la jornada, como de otros deportes. Y muchas aristas desembocaron en la importancia de defender el modelo de desarrollo deportivo muy a lo cubano, ese que parte de la masividad y de una formación desde la base, y donde debe velarse por la formación de los mejores valores espirituales y de cubanía.
De la Isla asediada e inmersa en un mundo muy complejo, de la complejidad que alcanza al mundo del deporte y que debe asumirse con armas muy propias —como reflexionaba el colega Rudens Tembrás, director del periódico JIT, del Inder—, también se habló durante el intercambio. Y hubo momentos de suma lucidez y emoción, como el que aportó el pelotero de Ciego de Ávila, Yorbis Borroto, a quien más de una vez quisieron poner precio esos que más allá de nuestros mares compran almas: «Si empezamos desde abajo —dijo sobre el trabajo político ideológico con los más jóvenes, en tiempos de las nuevas tecnologías—, no nos confunden tanto; a mí no me confundieron».
«No podíamos esperar menos», expresó hacia el final de la tarde Díaz-Canel Bermúdez: Este encuentro con los deportistas, afirmó, nos permite ubicarnos mejor en la realidad que estamos viviendo en el deporte, en las cosas que podemos mejorar.
A los presentes, ratificó que, dentro de la Revolución, el deporte —esa conquista de identidad que atacan tanto como a la cultura— seguirá siendo derecho del pueblo, ese mismo pueblo que agradece y que es razón de ser de todos nuestros deportistas.
«Yo tengo ahí anotado con asteriscos un grupo de temas al que tenemos que dar seguimiento», comentó el Presidente sobre cada idea escuchada en un encuentro inolvidable, donde la sinceridad y la valentía fueron, en honor a verdad, de campeonato.
(Tomado de pcc.cu)