Ni siquiera su destacada trayectoria en el Sóftbol nacional y los resultados que le ubican entre los más extraordinarios deportistas guantanameros del año 2010 le hacen perder a esta mujer un ápice de sencillez.
Yusmery Pacheco Isalgué parece haber heredado todo lo que es posible en tal nexo con su natal poblado de Honduras, en el municipio Manuel Tames: una raigambre cultural con la que pudo darse a los demás durante el enfrentamiento a la Covid-19 en su localidad.
«Todos los profesores de mi combinado deportivo compartimos tareas del Consejo de Defensa, entre ellos la mensajería a adultos mayores y otras personas vulnerables. Luego pasamos a otras funciones, dirigidos por el Grupo Temporal de Trabajo en el municipio, donde atendemos a familias en aislamiento domiciliario hace once meses sin descanso ni vacaciones, fíjate que la gente nos puso al grupo de mujeres Las Marianitas».
Mientras se explica, alguien podría olvidar que comenzó su carrera deportiva a la edad de 13 años en la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético, sus medallas de Oro, dos de Plata y una de Bronce en los Juegos Nacionales Juveniles o su nombre como integrante de la preselección del equipo nacional para las Olimpiadas de Sidney 2000. Pero sí, no puede esperarse más que afán en la vida de una ex Gloria Deportiva una vez que se retira.
«Tomé la decisión de retirarme del deporte activo para dedicarme a mi familia, mis hijos, mi casa y me incorporé como profesora de Educación Física a la escuela comunitaria de Honduras: un período tranquilo que dediqué a enseñar a niños y preparar a una pequeña selección de adultos residentes cerca del centro escolar.
«Al principio extraña a muchos y la gente cercana y hasta lejana se cuestiona y te cuestiona; más porque tampoco decides irte a la capital del país o aceptar el trabajo que te ofrecen como Entrenadora en la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) provincial…»
La derecha Yusmery lo hizo bien en 14 eventos nacionales de primera categoría con seis posiciones en el medallero; además, en el año 2007 integró la preselección nacional que viajó al pre olímpico de Venezuela y hasta los Juegos Panamericanos de Río donde obtuvo el cuarto lugar. Sin embargo, siente que nada cambió al paso del tiempo.
«Me siento contenta porque aunque no estoy desempeñándome en el Sóftbol, igual mi aporte sirve a la Revolución: esto que hago con esmero, dedicándole todas mis fuerzas.
«Al principio nadie creía que iba a lograr realizarme en esta tarea porque yo tengo una niña pequeña de tres años, también mi hija que entonces era menor de edad tuvo un varón y todos están a mi cuidado, pero siempre pensé en cumplir las medidas para no enfermar y de esta manera continuar mi labor honrando lo que la gente vio y espera de mí».