Por René Tamayo León
Desde hacía meses no nos levantábamos con la noticia de que el número de positivos a COVID-19 en un día cayó por debajo de los 4 900 casos. Todavía es alta la incidencia (muy alta), pero la sostenible disminución de los indicadores va paliando el estrés social que nos ha impuesto la pandemia.
Las vacunas cubanas (que tanta alegría y orgullo nos están dando) van haciendo «su trabajo». Por varios días vemos que son menos los nuevos pacientes; que los casos activos están cuesta abajo; que las altas médicas crecen; que los fallecidos amainan (aunque cada uno nos duele y son una pérdida familiar y social irreparable); que el número de personas recuperadas desde el inicio de la epidemia supera el 96 por ciento…
El entusiasmo por los avances en el control de la COVID-19, sin embargo, no debe «nublarnos» la mente.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, lo alertaba este sábado, cuando llamó a extremar el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias por parte de todas y todos los cubanos.
Fue en el encuentro del Grupo temporal de trabajo del Gobierno para la prevención y control del nuevo coronavirus, donde se analizó el curso de la enfermedad en cada provincia y el municipio especial Isla de la Juventud, como es costumbre, a través de videoconferencia con las principales autoridades políticas y gubernamentales de cada territorio.
El doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, presentó el diario informe sobre el enfrentamiento a la COVID-19 que analiza la dirección del país.
Entre otros aspectos, se ponderó el avance de la vacunación, que hasta el 30 de septiembre cubría, con la primera dosis, al 84,3 por ciento de la población total; con la segunda, al 60 por ciento, y con la tercera, al 46 por ciento (sumando la dosis única de la vacuna Soberana Plus como esquema completo, se acerca al 49 por ciento).
Si estas estadísticas se vieran desde otro punto de vista, los resultados serían otros (más positivos aún). Desde la perspectiva de la población cubana vacunable, el 96,4 por ciento de esta ya recibió la primera dosis; el 68,5 por ciento, la segunda; y el 52,6 por ciento, la tercera (llega a 54,6 por ciento al sumar a quienes recibieron la Soberana Plus).
Población vacunable es la que en este momento puede y está en condiciones de ser inmunizado. Hay un número de personas excluidas, al menos por el momento, como quienes aún están positivos o hace solo pocos días negativizaron a la enfermedad, las niñas y niños menores de dos años de edad, cubanas y cubanos que están en el extranjero temporalmente, y otros. No obstante, como ha afirmado Díaz-Canel en varias ocasiones, ninguno de ellos quedará desprotegido.
En el encuentro participaron, desde el Capitolio Nacional, Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional, y en el Palacio de la Revolución, los viceprimeros ministros Jorge Luis Tapia Fonseca —que condujo el intercambio—, Ricardo Cabrisas Ruiz, Alejandro Gil Fernández y Jorge Luis Perdomo Di-Lella, además de ministras, ministros y otras autoridades.
Valio’ la pena el sacrificio.Ahora todo va a mejorar poco a poco.Le voy a encender una vela a Fidel aunque no le guste.