El denominado “informe” sobre el rastreo de los orígenes del nuevo coronavirus, publicado por los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos, con una marcada postura incriminatoria hacia China, tiene un carácter político, sin basamento científico o credibilidad alguna.
Así lo aseguró este jueves el vicejefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Juan Carlos Marsán Aguiler, durante un intercambio virtual celebrado entre los partidos miembros del Foro de Sao Paulo (FSP) y el Partido Comunista de China (PCCh).
El también jefe de la delegación cubana al encuentro, reafirmó la condena de Cuba ante cualquier intento de politizar, singularizar y estigmatizar el rastreo del origen del SARS-CoV-2.
«La pretensión del gobierno estadounidense de culpar a la República Popular China del origen del virus, es otro intento de la nación norteamericana de manipular la crisis producto de la Covid-19 en función de sus intereses políticos», agregó.
El dirigente partidista cubano significó que se trata de una práctica que también ha sufrido el pueblo de Cuba, víctima -durante la pandemia – del recrudecimiento sin precedentes del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE.UU. para asfixiar la economía cubana, provocar el colapso del sistema de salud y generar un clima de desestabilización social.
En el evento estuvieron presentes la vicejefa del Departamento Internacional del Comité Central del Partido Comunista de China, Shen Beili, la Secretaria Ejecutiva del Foro de Sao Paulo, Mónica Valente, así como representantes de las fuerzas políticas miembros del Foro y científicos chinos.
Acompañaron al Vicejefe del Departamento de Relaciones Internacionales del PCC, el coordinador del Área de América del Departamento, José Alberto Prieto Sánchez y los funcionarios Juan Carlos Frómeta de la Rosa y Abel Aballe Despaigne.
Unidad y solidaridad internacional frente a la pandemia
Durante el encuentro virtual de este jueves se reconoció que la COVID-19 sigue azotando al mundo y por tanto, la prevención y el control de la pandemia continúan siendo un gran desafío.
La Declaración Final adoptada por los participantes señala que la COVID-19 es la pandemia global que más ampliamente ha impactado a la humanidad en los últimos cien años. Detalla que los seres humanos formamos una comunidad de destino común y ningún país puede salvarse sólo ante crisis críticas.
«El virus no conoce fronteras ni naciones. Solamente con la cooperación solidaria de toda la comunidad internacional podremos salir victoriosos», argumenta el documento.
Asimismo, se precisa que es la ciencia la fuerza confiable para derrotar el SARS-CoV-2, un virus desconocido para los seres humanos y el rastreo de sus orígenes es un tema científico complejo que debe ser realizado por los especialistas, no por agentes de inteligencia.
Se recuerda también que en marzo del presente año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó oficialmente el Informe Conjunto China-OMS del Estudio sobre los Orígenes del Virus, llegando a conclusiones científicas, profesionales y autorizadas, que ha sido ampliamente reconocido por la comunidad internacional y el mundo científico. Sin embargo, EE.UU. movilizó sus Servicios de Inteligencia para realizar el rastreo con la intención de manipular políticamente los orígenes del virus y culpar a China, eludiendo sus propias responsabilidades.
Para los miembros del Foro de Sao Paulo, mientras se desarrolla el rastreo de los orígenes del virus, se debe – al mismo tiempo – seguir reforzando la prevención y el control de la pandemia, asegurando la accesibilidad y asequibilidad de las vacunas en todos los países y garantizando que sean un bien público global.
La Declaración rechaza además, las disputas de mercado sobre las vacunas y hace un llamamiento a cerrar la “brecha inmunológica” global, para consolidar la barrera internacional contra la pandemia.
Reconoce los esfuerzos de China para proporcionar vacunas a los diversos países, incluso de América Latina, como contribución importante a la cooperación mundial en la lucha anti-pandémica.
Igualmente, se destacan los esfuerzos de Cuba que, en medio de un duro e ilegal bloqueo por parte de EE.UU., ha logrado desarrollar vacunas con tecnología propia, además de enviar sus brigadas médicas Henry Reeves a diversos países del mundo para ayudar en el combate contra la COVID-19.
«La unión de todos los países, respetando la solidaridad y la cooperación internacionales, es fundamental en este momento para salir victoriosos frente a la pandemia y superar este momento difícil de nuestra historia, estableciendo las bases de un futuro mejor para toda la humanidad», concluye la Declaración de la Conferencia Virtual del FSP y el PCCh. (Tomado del Sitio del PCC)