Reanudación del curso escolar: Matices y colores en una escuela diferente

El doctor en Ciencias Pedagógicas Luis Ernesto Martínez Martínez no le teme al curso escolar que hoy se reanuda en condiciones de pandemia. El director de la filial pedagógica en el municipio capita­lino de Plaza de la Revolución está consciente de que los desafíos son inmensos, pero lo alcanzado en la etapa precedente servirá para reiniciar desde hoy el período lectivo 2020-2021.

Se ajustaron los planes de estu­dio, los profesores se adaptaron a las nuevas circunstancias, utilizando las redes sociales, y los estudiantes tu­vieron la posibilidad, a través de las guías de estudio, consultas y otros medios, de tener una mayor partici­pación en la autogestión del conoci­miento.

Lograron la comunicación alum­no-docente, y la filial flexibilizó to­dos sus procesos teniendo en cuenta la situación higiénico-sanitaria del país y el hecho de que muchos de sus educandos trabajaban en las zonas rojas y en los centros de aislamiento. De ahí que ahora sus expectativas, respecto a la reanudación del proceso docente, sean favorables, pues ya hay un camino recorrido en este sentido.

Al brindar sus impresiones so­bre el período lectivo, Anilda Canal Sarabia, maestra de segundo grado en la escuela primaria Urselia Díaz Báez, de la localidad de Cojímar, ex­plicó que la pandemia trajo consigo un nuevo estilo de trabajo, condu­cido por el consejo de dirección del centro y que la familia ha desempe­ñado un rol esencial.

Durante este período los docen­tes tuvieron mayores posibilidades de incrementar la preparación —a partir de orientaciones metodológi­cas, clases demostrativas, talleres de asignaturas—, la cual siempre se realizó, pero ciertamente contando con un menor tiempo por la propia dinámica escolar.

La también secretaria general de la sección sindical (se estrena por estos días) refirió que ha sido de suma importancia el trabajo con el empleo de las redes sociales, lo cual no sustituyó las orientaciones de los maestros a los padres, sobre todo mediante las visitas a los hogares. El regreso a la escuela la hace feliz, aunque sabe que en esta primera etapa todavía los niños permanece­rán en el hogar, visibilizando las ac­tividades docentes televisivas.

 

Una alternativa

La gran mayoría de los padres en­trevistados están conscientes de que las actividades docentes televisivas son una opción favorable y pueden seguir siéndolo en lo adelante. Ya­mila Gil, madre de Reinier Morgado, quien cursa el 9.º grado en la secun­daria básica Héroes de Yaguajay, en Arroyo Naranjo, señaló: “Una buena parte de los niños o no las vieron o se quedaron con dudas y, por tanto, tienen dificultades en los conteni­dos. Pero han sido un buen recurso, estoy de acuerdo con que las clases no comiencen de manera presencial hasta que nuestros hijos estén inmu­nizados”.

Pinar del Río, con una compleja situación epidemiológica, detuvo el curso, eso desfasó a los estudiantes con los de otros territorios. De ma­nera excepcional, en el telecentro provincial se grabaron teleclases y se impartieron contenidos hasta que emparejaron con la programa­ción de los canales nacionales.

Al valorar ambos paquetes, Ma­ría Paredes, quien cursa el 10.° grado, dijo preferir las actividades docentes televisivas de factura local, pues le permitieron una mejor comprensión. Su mayor preocupación es sobre la frecuencia con que recibe las materias y las dudas que le impiden asimilar los nuevos contenidos, especialmente en Matemáticas, Física y Química.

Por otra parte, su compañera Celia González, reafirmó este cri­terio y señaló que para esas asig­naturas necesitan un mayor inter­cambio con los profesores. A pesar de ello reconoció que por esta vía pudieron mantenerse en activo y no fue un tiempo perdido.

María del Carmen Pereiro, do­cente de un centro de la Enseñanza Especial en la provincia de Ciego de Ávila, consideró que las actividades docentes televisivas fueron efecti­vas, emotivas, estuvieron muy bien concebidas, y se trabajaron conteni­dos esenciales. Dijo conocer padres muy abnegados en esta tarea con sus hijos; en tanto otros no tuvieron esa paciencia y dedicación, y no logra­ron los mismos resultados.

Otros elementos los aportó Adis Castellanos Martínez, profesora del Instituto Superior de Arte, madre de Amelí Ramos Castellanos, de siete años de edad y quien cursa segun­do grado. Independientemente de las dificultades de su hija en relación con el aprendizaje, aseguró que ha permanecido todo el tiempo pen­diente de ello. “Quienes laboramos en estos momentos a distancia no estamos exentos de tener una doble carga, porque además de entretener a la niña y ocuparme de su desarro­llo, por lo general asumimos tareas domésticas. En tales condiciones re­sulta muy difícil concentrarse cuan­do los pequeños están en casa y re­quieren de atención pues han estado mucho tiempo encerrados”.

Comentó que los apagones influ­yeron en el seguimiento de las ac­tividades docentes televisivas. “No obstante, se puede acceder a estas a través del portal Cubaeduca, que fa­cilita el trabajo de los padres”.

La gran mayoría de los entre­vistados consideró acertada la de­cisión de no comenzar las clases de manera presencial, pues ello no solo pone en riesgo la salud de los menores, sino también de los co­lectivos de trabajadores.

 

La conectividad, una dificultad real

En las consultas efectuadas un asunto recurrente resultó la conec­tividad, pues es cierto que aunque el país ha realizado un esfuerzo en este sentido, la situación varía de un te­rritorio a otro. Sobre el tema ahondó Yinet Gilimás Cruz, quien estudia en el Instituto Preuniversitario Se­gundo Díaz Prado, en San Nicolás de Bari, provincia de Mayabeque, aunque reside en la comunidad El Cangre, en Güines.

La joven manifestó que prácti­camente la comunicación entre los educandos y los profesores ha sido a través de las redes sociales, sobre todo WhatsApp, pero lo más preo­cupante ha sido la conexión. Ella ca­mina varias cuadras para acceder a la señal wifi y al portal Cubaeduca, el cual considera de suma utilidad.

Su criterio es coincidente con el de otras personas: “Independientemente de las facilidades dadas respecto a la conexión, pues las tarifas han bajado, todavía existe una dependencia ele­vada del usuario y en estos momen­tos es muy complicado mantener eso, sobre todo porque es la familia quien costea ese tipo de gasto”.

También brindó su opinión Anaida Echevarría Castillo, traba­jadora del Hospital Julio Díaz, quien cursa la licenciatura en Terapia Fí­sica y Rehabilitación en la Facultad de Ciencias Médicas y Preclínicas Victoria de Girón, mediante la mo­dalidad del curso por encuentros.

“En ocasiones me fue muy difícil porque yo laboraba algunas sema­nas en la zona roja y si orientaban un trabajo tenía dificultades para hacerlo. En realidad lo más complejo fue la conexión. Acceder a Internet no es barato, pero continuar el curso de manera virtual resultó una buena opción, así no se detuvo y en nuestro caso pudimos vencer un año más”.

 

[box title=»El reconocimiento sindical» box_color=»#c00a0d»]Niurka María González Orberá, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte expresó: “Hemos constatado la satisfacción de nuestros maestros, profesores y trabajadores por el tratamiento laboral y salarial recibido durante la pandemia. Por ello reiteramos nuestro apoyo y reconocimiento por la labor realizada en las actividades docentes televisivas, centros de aislamiento, hospitales de campaña, vacunatorios, grupos científicos multidisciplinarios, producción de alimentos y atención a los más vulnerables, entre otras acciones acometidas durante esta etapa”.[/box]