En su primer discurso a la nación y desde la ciudad de Santiago de Cuba a escasas horas del triunfo revolucionario, el primero de enero de 1959, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz consignó: “La mujer es un sector de nuestro país que necesita también ser redimido porque es víctima de la discriminación en el trabajo y en muchos aspectos de la vida”.
Nada sencilla era la tarea. Hubo que acometer a partir de aquel momento toda una estrategia que afrontara enormes retos encaminados a organizar a las féminas, prepararlas para nuevos e inéditos proyectos en el orden cultural y social e insertarlas de modo activo en el escenario económico y político del país.
Fue insoslayable –al mismo tiempo- abrirse paso por encima de prejuicios, tabúes, conceptos erróneos, discriminación y muchos otros obstáculos que subestimaban el potencial creativo y laborioso de la mujer.
[image_carousel source=»media: 279435,279436,279437,279439,279440,279441,279444,279445,279446″ crop=»5:4″ columns=»2″ spacing=»no» align=»left» max_width=»750 px» captions=»yes» dots=»no» link=»image» autoplay=»4″ speed=»slow» image_size=»full»]Y esa misión la asumió la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) organización que este 23 de agosto cumple su aniversario 61 de fundada por Fidel y la destacada combatiente revolucionaria Vilma Espín Guillois.
Con espíritu emprendedor y entusiasta, la pujanza de fuerza laboral femenina ha sido y continúa siendo puntal de primera línea a lo largo de seis décadas.
Codo a codo con el hombre, hay manos de mujer en los programas agropecuarios; en las aulas imparten la enseñanza a niños, adolescentes, jóvenes y adultos y en los círculos infantiles al tanto del cuidado de los hijos de las madres trabajadoras.
En la esfera de los servicios las féminas tienen una amplísima representación. De igual modo las encontramos como obreras, técnicas o ingenieras al pie de un equipo en cualquier proceso industrial o al frente de un programa inversionista.
¿Cómo catalogar el valor cotidiano que en estos tiempos difíciles entregan las mujeres de batas blancas o verdes en el combate contra la COVID-19 en hospitales, policlínicos, centros de aislamiento, vacunatorios y demás instalaciones de salud?
Admirable resulta, igualmente, la acción de las científicas e investigadoras que han hecho realidad nuestras vacunas y otros medicamentos destinados a la inmunización de la población cubana.
Hay poderosas razones y argumentos para honrar la férrea voluntad emprendedora de las fuerzas femeninas, contar con su potencial creador y, a su vez, destacar el rol desempeñado por la organización que las agrupa a lo largo de seis décadas.
Acerca del autor
Graduado de Licenciatura en Periodismo, en 1976, en la Universidad de La Habana. Hizo el servicio social en el periódico Victoria, del municipio especial isla de la Juventud, durante dos años.
Desde 1978 labora en el periódico Trabajadores como reportero y atiende, desde 1981 temas relacionados con la industria sideromecánica. Obtuvo premio en el concurso Primero de Mayo en 1999 y en la edición de 2009. Es coautor del libro Madera de Héroes.