Varios post en Facebook difundieron la noticia: una embarcación con fines turísticos produce en Cienfuegos oxígeno medicinal a razón de 70 botellones cada siete horas para asistir a los enfermos por la COVID-19.
Ese aporte se une al periódico arribo del vital gas desde otros territorios del país hasta los centros asistenciales donde permanecen los afectados. Es una operación conjunta y que cuenta con el más estricto chequeo y la responsabilidad por parte de muchos elementos de influencia en la operación de traslado hasta la ubicación en las salas.
La embarcación está anclada en la Terminal de Cruceros de Cienfuegos y llegó desde la provincia de Ciego de Ávila.
Algunos de sus tripulantes explicaron a la prensa que ese tipo de producción es una vía funcional que tiene comprobada su eficacia, pues esos barcos destinados al buceo cuentan con compresores de alta presión para llenar los cilindros.
Ese oxígeno no puede suministrarse a los pacientes que se encuentran en las unidades de cuidados intensivos, pues ellos necesitan una purificación del 100 por ciento y el que se produce en ese barco tiene un porcentaje menor, pero resulta eficaz para enfermos con síntomas leves o moderados.
Con prontitud los cilindros son trasladados hacia los centros asistenciales y posibilita el encadenamiento requerido.
Esta solución forma parte de las alternativas para responder a las afectaciones provocadas por la rotura de la mayor planta productora de ese gas en el país.