Entre los propósitos esenciales contemplados en el programa de desarrollo hasta el 2030 del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), tiene la máxima prioridad de garantizar el agua necesaria para el abasto a la población, según afirmó en entrevista exclusiva para Trabajadores, el ingeniero Antonio Rodríguez Rodríguez, su presidente.
¿Qué panorama general presentan hoy en el país los recursos hidráulicos?
A partir del planteamiento realizado por el Comandante en Jefe sobre la necesidad de crear una voluntad hidráulica que permitiera desarrollar la limitada infraestructura existente en el país para enfrentar períodos de sequía, las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias y garantizar el desarrollo económico y social se instrumentó un amplio programa constructivo de obras hidráulicas.
Su ejecución permitió elevar la capacidad de embalse de 48 millones de metros cúbicos almacenados en 13 embalses en 1959, a más de 9 128 millones de m3 en 242 embalses y más de 700 micropresas.
El país cuenta también con más de 800 kilómetros de canales magistrales, 20 grandes estaciones de bombeo para trasvases y una cantidad numerosa de km de canales secundarios para el riego. Para el abasto a la población existen más de 2 mil 800 estaciones de bombeo, 22 mil 468 km de redes de acueducto y más de 800 km de conductoras, con sus instalaciones de tratamiento de agua potable y las plantas potabilizadoras.
Para el saneamiento hay más de 300 lagunas de estabilización, 5 mil 442 km de redes de alcantarillado, 163 estaciones de bombeo de residuales y 12 plantas de tratamiento de estos.
Más del 85 por ciento de esa infraestructura se encuentra en buen estado técnico, y se decidió destinar más de 400 millones de pesos anualmente en nuevas inversiones que permiten dar continuidad al programa hidráulico.
¿Cómo se han comportado las precipitaciones?
Desde el mes de enero del presente año y durante los primeros cuatro meses de la sequía que afectó al país desde el año 2020, han precipitado como promedio 596,8 mm.
Sin embargo, en el transcurso del período húmedo (mayo–julio) se acumulan 493,5 mm para el 99 por ciento de la media histórica (499,0 mm). En este último trimestre a nivel regional se han registrado 568,0 mm (102 %) en el occidente, 476,9 mm (92 %) en el centro, y 448,0 mm (105 %) en el oriente.
Las provincias con los menores acumulados con relación a las respectivas medias históricas son: Artemisa (69 %), Ciego de Ávila (83 %) y Pinar del Río (83 %); mientras el resto registra más del 90 % y los mayores acumulados se reportan en Matanzas (125 %), Guantánamo (119 %) y la Isla de la Juventud (116 %).
En 126 municipios los acumulados se corresponden con lo esperado; en 19 ha llovido en exceso; mientras en 23 ha estado por debajo de lo normal, de los cuales la zona más extensa se localiza en la provincia de Artemisa.
¿Qué situación presentan los embalses?
Desde el inicio del período húmedo han presentado un incremento en el llenado de solo 34,31 millones de metros cúbicos, debido a que en el mes de mayo, contrario a lo que habitualmente ocurre, se produjo un decrecimiento de 259 millones.
En siete provincias ha disminuido el llenado. Villa Clara (52,80 millones), Guantánamo (23,97 millones) y Sancti Spíritus (19,88 millones) presentan los mayores descensos. Ha aumentado en los restantes nueve territorios, con las mayores cifras en Holguín (54,72 millones), Cienfuegos (24,51 millones) y Mayabeque (19,08 millones).
Al cierre del 6 de agosto del 2021 el volumen de agua retenido en los embalses del país era de 5 640,27 millones de metros cúbicos, que representan el 62 % de la capacidad nacional y 482,00 millones por encima del llenado histórico para la fecha. Las provincias de La Habana (32 %) y Mayabeque (32 %) presentan los peores llenados, seguidas de Guantánamo (38 %), Las Tunas (46 %) y Camagüey (47 %). En 92 embalses se almacena menos del 50 % de la capacidad; en 43 menos del 25 %; y cuatro se encuentran secos por déficit de escurrimiento.
¿Y las fuentes de abasto a la población?
Se encuentran afectadas por déficit de agua 62 de ellas, con 174 obras de captación y 384 mil 282 personas asociadas. Durante el período la población afectada ha disminuido en 66 mil 187 personas, con los casos más notables en las provincias de Santiago de Cuba (33 mil 764), Artemisa (32 mil 655) y Granma (24 mil 960), La Habana (307 mil 158), Camagüey (31 mil 672) y Santiago de Cuba (11 mil 917).
¿Qué proyecciones se han concebido para afrontar las dificultades en el suministro de agua, sobre todo en la capital del país, y poder garantizar un servicio de calidad?
El Programa Hidráulico Nacional hasta el 2030 está diseñado por un sistema de trabajo por objetivos e indicadores que garanticen el desarrollo y sostenibilidad de la infraestructura hidráulica del país en el corto y mediano plazos, en virtud de garantizar el uso eficiente y productivo del agua, y como mitigación ante el impacto negativo del cambio climático.
Dentro de los indicadores que conforman el objetivo 1 de este programa, ocupa lugar priorizado para el INRH crear y mantener la infraestructura hidráulica que garantice el agua necesaria para el abasto a la población.
En estos momentos este indicador alcanza los mil 251 m3 por habitante en un año y se trabaja para seguir incrementando ese indicador a partir de la búsqueda de nuevas fuentes de abasto o recuperar la infraestructura existente con embalses hoy en prevención, alcanzando su capacidad de llenado.
Se trabaja además en la interconexión de sistemas de acueductos con el objetivo de dar mejor uso a las fuentes y llegar con el servicio de agua a mayor cantidad de población, con los principales impactos en La Habana ante la extrema sequía.
Otro indicador es el incremento de la proporción de personas con acceso al servicio de agua potable a través de las redes, eliminando el tiro con pipas de forma permanente y garantizando un mejor servicio a los pobladores y la economía en general.
En la actualidad, el 77.4 por ciento de la población del país recibe el servicio por redes. Específicamente la capital se trabaja en la mejora del servicio incrementando las presiones, la supresión de salideros, eliminando el tiro de agua en pipa y buscando soluciones para mitigar los efectos de la sequía.
Entre las acciones más importantes para la capital está la de eliminar las vulnerabilidades de la fuente de abasto Cuenca Sur que permitirá garantía y estabilizar al servicio, junto con un grupo de inversiones importantes asociadas a la cuenca Ariguanabo, la más afectada por la sequía de las que abastecen a la urbe capitalina.
Está diseñado un programa de abasto de agua con acciones a través del plan de inversiones y mantenimiento a la infraestructura hidráulica que permitirá continuar incrementando este indicador, invirtiéndose este año mil 281 millones de pesos, los que representan el 46 por ciento del plan total.
Entre los principales impactos derivados de las acciones priorizadas al cierre del primer semestre, pueden citarse los siguientes: se ha eliminado el servicio de agua en pipa permanente a 22 mil 646 personas, garantizándoles el abasto a través de las redes y se continúa trabajando para alcanzar al cierre del año la solución a 49 mil 230 personas; de los 2 mil 638 planteamientos de la población se han solucionados mil 023, y se ha destinado un financiamiento para dar solución a las fuentes deprimidas y rehabilitar acueductos traspasados por otros organismos al INRH.
Para mitigar los efectos de la sequía, con mayor incidencia en La Habana, se ha planificado ejecutar obras por un monto de 82 millones 600 mil pesos y un alcance real de 45 km de redes y conductoras.
También se han colocado en el país 25 mil 331 metros contadores de agua, y buscamos financiamiento externo para las inversiones en infraestructura y alcanzar las metas propuestas hasta el 2030.
Resulta decisivo el ahorro de agua por parte de la población y las entidades estatales. ¿Cómo pudiera fortalecerse y motivarse aún más ese empeño?
El ahorro constituye la principal reserva como fuente de agua para garantizar las demandas siempre crecientes de la población y la economía, en un escenario marcado por la disminución de los recursos hídricos potenciales y la persistencia de períodos de sequía producto a los efectos del cambio climático, lo que nos obliga a incrementar la eficiencia en su uso en todas las actividades.
En tal sentido, el incremento de la medición de los consumos y las tarifas aplicadas que penalizan el derroche y estimulan el consumo dentro de los índices de eficiencia establecidos son los principales elementos reguladores que motivan el ahorro.
Durante el año 2021 se ha desarrollado además, una campaña comunicacional dirigida a sensibilizar a los consumidores sobre nuestra relación con el recurso agua, promoviendo conductas dirigidas al ahorro fundamentalmente en los hogares.
Otra de las acciones desarrolladas está relacionada con la atención diferenciada a las entidades con altos niveles de consumo, las que rinden cuenta periódicamente al INRH.
El incremento en el rehúso del agua, el crecimiento de las capacidades para la captación de la lluvia y la desalinización se abren paso como fuentes no convencionales en nuestro país, las que unidas al incremento del ahorro pueden disminuir el estrés al que se encuentran sometidos nuestros limitados recursos hídricos para garantizar la satisfacción de las demandas de la economía, la sociedad y el medio ambiente.
Los trabajadores de recursos hidráulicos se caracterizan, sobre todo, por la consagración y una sobresaliente actitud laboral, en medio de serias limitaciones de recursos. ¿Qué consideración le merece esas cualidades?
A pesar de la compleja situación epidemiológica no dejan de responder a las necesidades en medio de serias limitaciones de recursos. Más allá de los retos siempre hay acción, eficacia, abnegación en la búsqueda de nuevas alternativas para darle solución a los problemas, sin perder de vista el cumplimiento de las metas trazadas en el Programa Integral de Desarrollo Hidráulico para el período 2021–2030.
Nuestros trabajadores se caracterizan por su accionar constante, su compromiso con el cumplimiento de las tareas y su altruismo. Estas cualidades se han forjado durante estos 59 años de arduo trabajo, desde la fundación del INRH el 10 de agosto de 1962 por nuestro Comandante en Jefe.
Acerca del autor
Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.
Los trabajadores del sistema de recursos hidráulicos del país somos continuadores de la obra de Fidel y cómo servidores públicos no desfraudamos la visión que tuvo en garantizar que el agua es un derecho de cada ciudadano a la hora que nos llamen por una rotura estamos al pie del cañón
Felicito a los trabajadores por el esfuerzo que realizan de forma general a nivel de país y provincia en la atención a un recurso vital para la población como lo es el agua. Nunca antes habíamos tenido acceso a información importante como por ejemplo, el estado de las cuencas, las precipitaciones, etc. A nivel local es otra cosa, creo que el tema agua no es seguido con la rigurosidad adecuada. El ahorro es y seguirá siendo la principal reserva de agua, acción que nos corresponde controlar en nuestros hogares y centros de trabajo; pero ¿qué ocurre en nuestras calles?
Se pierde muchísima agua en los salideros, que además destruyen el asfalto y nos traen los famosos baches, de los que tanto nos quejamos. Son salideros que llevan años vertiendo agua en nuestras calles, a los cuales se suman los trabajos actuales de rehabilitación de las redes, los cuales creemos no tienen la calidad requerida, porque los realizan y se observan muchos salideros en estos trabajos. Hablo del municipio Cárdenas.
Por otro lado, se incrementa la instalación de equipos de medición de los consumos de agua, trabajos que consideramos incompletos, pues se rompen las aceras y así se quedan, para que cada cual, como pueda la repare, creo que no es lógico ni justo, porque todos no tienen posibilidad de hacerlo con la misma calidad, conseguir un poco de cemento es una misión casi imposible, pero además en cada hogar te desconectan el servicio que tienes, ya sea bueno, regular o malo; y te dejan desconectado, te colocan una manguera después del metro contador y arréglatelas como puedas. ¿Quién te vende los recursos necesarios para reinstalar el sistema? ¿Cuántas personas pueden adquirirlos? En este mismo asunto, como ahorramos agua en el hogar si no tienes donde comprar a precios adecuados llaves o herrajes para baños o fregaderos.
En fin, reconozco que se hace buena ciencia alrededor de este recurso vital, pero también hay que aterrizar a la realidad que se vive en nuestras calles día a día.
En los trabajadores de recursos hidráulicos hemos observado su consagración y su actitud laboral cuando se presentan roturas importantes por ejemplo, pero además en los sistemas de manejo del agua en medio de serias limitaciones de recursos, les reitero las felicitaciones.
No se perciben las mismas preocupaciones a nivel local.
Esperemos que en el futuro esta situación mejore.
Esto no es totalmente cierto, llevo años quejándome ante las autoridades partidistas, estatales y los presidentes del INRH de vecinos que mantienen sakideros de agua potable en el edificio los 366 días del año las 25 horas del día y todos incluido el MICONS, IPF INRH y demás instituciones decusorias de l PCC y del Gobierno y el Estado cubano, dicen que no pueden hacer nada.
Entonces quien protege en Cuba el agua y a los ciudadanos.
Carlos H. Medina Diaz