Por: René Tamayo León
El Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba empezó y selló la semana de trabajo como más le gusta: interactuando (comunicando y aprendiendo) con sus conciudadanos. Haciendo juntos. La mañana del sábado marchó tierra adentro para encontrarse con productores agropecuarios de Mayabeque y Artemisa.
Fue bajo un espacio techado a la vera de una de las máquinas «fregat» de la finca Rinconada No.2 de la empresa agropecuaria de Güines. En las jornadas anteriores ya había estado con economistas, con jóvenes, con religiosos, como parte de una secuencia de diálogos afables, respetuosos, pero sinceros y sin medias tintas, que involucran a representantes de los diferentes sectores de la sociedad cubana y que van a continuar.
Por un terraplén que milagrosamente amaneció oreado pese a las lluvias de las últimas tardes en la región, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, llegó a la finca acompañado del Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz.
Lo esperaban allí el Vicepresidente Salvador Valdés Mesa y el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación Alejandro Gil Fernández, que sostenían una amena conversación «técnica» con el ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, la primera secretaria del Partido en Mayabeque, Yanina de la Nuez Aclich, y la gobernadora, Tamara Valido Benítez.
El Presidente volvió a verse nuevamente, «en directo», con los productores en el transcurrir de un semestre difícil —y más—, en el que los agropecuarios del país manifestaron muchas inconformidades con el ordenamiento monetario y cambiario iniciado el pasado 1ro de enero (la Tarea Ordenamiento).
Tensionada en extremo por la falta de recursos para adquirir y suministrarles insumos, materias primas y otros bienes debido al arreciamiento del bloqueo, la pandemia de la COVID-19 y la crisis económica global que ha acarreado, la situación fue asumida a fondo por el Gobierno, y para resolverla.
A instancias en primer lugar del Presidente de la República, que más de una vez ha tenido que «dar duro» sobre la mesa, el ejecutivo ha ido dando respuestas a las justas demandas de los productores, hasta completar finalmente un «paquete» de 63 medidas que le han dado un vuelco positivo a los estados de ánimo y la realidad agropecuaria nacional.
Sin hacer esfuerzo de optimismo, un observador poco avezado y hasta los conocedores también, podrían hasta decir que la agricultura cubana es hoy totalmente distinta, que casi ha cambiado en 180 grados, y para mejor, aunque todavía falte mucho por hacer en lo normativo y en la realidad.
Lo dicho hasta aquí no hicieron raro, entonces, que el diálogo con los campesinos, Díaz-Canel lo comenzara preguntándoles su opinión sobre todo este proceso, ¿en qué los ha favorecido?, ¿qué se puede mejorar?, ¿qué propuestas tienen que hacer sobre los temas agrarios, pecuarios?, y sobre todo ¿qué disposición tenemos para seguir mejorando la producción de alimentos y poder satisfacer más las necesidades de la población?
«Es verdad que tenemos el bloqueo, y nos afecta mucho, sobre todo en un sector como este», señaló, pero el bloqueo va a seguir, la cuestión está entonces —agregó más adelante— en «cómo con bloqueo somos capaces de producir la alimentación que necesita el pueblo para tener que importar menos».
La cuestión está —agregó— en «irnos por encima del bloqueo y demostrar que podemos desarrollar una agricultura sostenible, eficiente; que podemos producir una parte importante de los alimentos que demanda la población, y que eso se convierta también en un mejor nivel de vida de los agropecuarios a partir de los ingresos que logren por lo que producen».
«Lo que le pedimos una vez más —señaló—, es que en medio de la situación tan compleja que tenemos, donde una parte de la población tiene determinada vulnerabilidad, sobre todo los pensionados y los jubilados, que en la medida en que puedan propiciar precios que estén más asequibles a la población, sin que ustedes se afecten en sus ingresos, lo hagan».
No obstante, dijo elogiando la solidaridad del campesinado, sabemos de la disposición con que han apoyado los centros de asilamiento para la COVID-19, los hospitales, las instituciones sociales; sabemos que con la autorización para el sacrificio de ganado, el primer animal muchos lo han donado…
De todo esto queremos hablar —les reiteró Díaz-Canel—, y que nos propongan qué otras cosas todavía pueden faltar, y que lo hagan con toda la confianza, hemos venido aquí a buscar de ustedes, además del apoyo en esta tarea, de elevar los niveles productivos, que nos digan qué otras trabas existen y hay que quitar, qué otras limitaciones se pueden eliminar.
Palabras desde la tierra
Varios productores y presidentes de cooperativas, como los de la CPA Amistad Cuba-México, de Alquízar, Artemisa, de cultivos varios; y la CCS Noelio Capote, de Jaruco, Mayabeque, dedicada a la ganadería, destacaron los efectos positivos de las medidas adoptadas por el país para impulsar el sector agropecuario y estimular a los productores, incluido la autorización para el sacrificio de ganado mayor.
En Jaruco la gente está contenta, ahora vendemos leche en el Consejo Popular y carne de res, y el productor está satisfecho de poder sacrificar un animal cuando cumple lo establecido y comerse una pieza en el patio de la casa sin ningún problema, señalaba Marques López.
Carlos Fernando comenta que en su CPA los resultados están a la vista, han aportado 400 toneladas de viandas por encima del plan. «Producir lo más que podamos con lo poco que tenemos es clave para aliviar al país, al menos en la alimentación».
Abelardo Álvarez, presidente de la CCS Antonio Regalado, de Güira de Melena, Artemisa, coincide con sus compañeros. Este estado de ánimo que ahora va predominando en la campiña cubana es resultado de la decisión del Partido, el Gobierno y el Ministerio de la Agricultura de escuchar a los campesinos, reflexiona. No obstante, es crítico con determinado igualitarismo que se lleva en la distribución de recursos.
«Los recursos —dice— son limitados y hay que aprovecharlos. Es necesario entregarlo a los productores que tienen mayores resultados, no podemos darnos el lujo de otorgárselos a quienes no los cuidan. Es verdad que hay que atender a todos, pero también es verdad que tenemos que priorizar a los mejores».
Jesús Lazo, de la CCS 13 de marzo, es uno de los ganaderos usufructuarios más exitosos del país, pero se lamenta de los tropiezos que ha tenido que enfrentar para la venta en divisas, empezando porque para obtener la tarjeta en MLC correspondiente, el banco le exigió depositar un monto en efectivo.
La cosecha tienen que seguir
Díaz-Canel tomó nota de cada una de las reflexiones y problemas que plantearon los productores, las que revisó al final de la reunión en voz alta y preguntó si faltaba algo.
El Primer Secretario agradeció la confianza con que los agropecuarios, a pesar de las quejas, desacuerdos y contradicciones iniciales con el Ordenamiento, asumieron la producción a inicios de año. «Ustedes no pararon, siguieron sembrando, confiaron en que iba a haber soluciones y se les iba a escuchar, y hoy una parte importante de lo que estamos ofertando a la población en este verano, tiene que ver con esa actitud.
«Si por un grupo de incomprensiones ustedes no hubieran sembrado, desarrollado las plantaciones, cosechado, hoy tuviéramos una situación mucho más compleja en el área alimentaria, y sin que todo esté resuelto todavía, observamos que empieza a ver un ligero incremento en la distribución de productos».
El Presidente de la República reconoció la profundidad con que los productores plantearon las insatisfacciones y las soluciones que propusieron entonces, «que fue lo que nos permitió rectificar un grupo de elementos del Ordenamiento», y llegar a las medidas adoptadas meses después para el sector.
Ahora uno ve que ustedes comparten esas medidas, pero en realidad las crearon ustedes, el Gobierno, el Estado lo que hicieron fue viabilizar las inquietudes. Estas decisiones —afirmó— son el resultado de un ejercicio democrático. «Nosotros solo fuimos a los que saben, que son los que producen».
«Ustedes —añadió— nos dijeron cuáles eran las trabas, cuáles eran los problemas, qué había que resolver, y se les escuchó y se buscaron maneras desde la gobernanza para encontrar soluciones a esos problemas, y hoy tenemos un paquete de medidas —sea el número que sea—, con robustez, que es compartido por ustedes, que son apreciadas por ustedes, por que se construyó a partir del diálogo, de hacerse consenso.
Finalmente, Díaz-Canel les dijo: «Los que saben producir son ustedes, y seguiremos sistematizando este tipo de encuentros».
(Tomado de Granma)