Con el objetivo de constatar la marcha de los programas agropecuarios y el autoabastecimiento local, e insistir en su urgencia y prioridad en un contexto sanitario y económico muy complejo, el vicepresidente de Cuba, Salvador Valdés Mesa, ha recorrido casi todo el país en lo que va de año.
Buscar nuevas estrategias, métodos y fórmulas, que ante el imperativo de poner diariamente en la mesa del cubano los alimentos permitan reducir los plazos productivos en este estratégico sector, ha sido una constante en su intensa agenda de encuentros con productores, directivos y especialistas.
Lo que antes se hacía en un año, ahora hay que hacerlo en seis meses, y lo que requería un semestre tenemos que lograrlo en un mes, porque ya el tiempo de espera se acabó, y no se entiende que territorio alguno esté planificando la entrega mensual per cápita establecida de proteína animal, viandas, hortalizas y granos, para dentro de cinco o más año, dijo en Santiago de Cuba, y ese concepto es aplicable a todo el país.
Recordó entre los factores a favor de este propósito la autonomía concedida por la nueva Constitución a los municipios, los cuales pueden tomar decisiones con sus tierras, decidir cultivos, crear empleos y flexibilizar la comercialización, así como las 63 medidas aprobadas por el Estado para incentivar la producción.
De manera que no tienen que esperar indicación o aprobación desde otros niveles, ha subrayado Valdés Mesa, máxime cuando en la mayoría de las provincias no se ha logrado la meta de cumplir mensualmente con las 30 libras per cápita de viandas, hortalizas, granos, frutas y vegetales.
El vicepresidente constató en Cienfuegos que con una población de 406 mil habitantes y planes de siembra superiores a las 32 mil hectáreas, ese territorio está en capacidad de entregar este año tal cantidad de alimentos, como parte del programa de autoabastecimiento municipal.
En Granma valoró que hay un buen trabajo en el fomento de polos productivos, y está próxima a tener los inventarios y áreas necesarios para estabilizar la entrega mensual de las 30 libras per cápita, pero frente a la actual coyuntura debe lograr los indicadores deseados en la creación de módulos pecuarios, la venta de carne porcina, avícola y de ganado menor, y en el acopio y comercialización de leche y carne bovina.
Camagüey es también de las provincias que en su opinión debía dinamizar la siembra de cultivos y la transformación de la gestión de la ganadería, ahora en muy baja escala; allí la implementación del Proyecto Gubernamental de Desarrollo Cooperativo Ganadero, conocido como PRODEGAN, presentaba atrasos, no obstante la celeridad y emergencia existente con este asunto.
Es decisivo lograr el uso rápido del agua que proporcionan las obras hidráulicas, entre estas la presa La Felicidad, de Jatibonico, orientó Valdés Mesa en Sancti Spíritus, y con los beneficios que puede proporcionar mayor irrigación mejorar el empleo de las variedades cañeras y de resembrar en aras de que no falte una cepa, señaló.
A los agricultores artemiseños pidió explotar todas las potencialidades para el autoabastecimiento territorial, incentivar la sustitución de importaciones, priorizar la implementación de las 63 medidas aprobadas por el Gobierno con vistas a acelerar el desarrollo agropecuario, y extender la ciencia aplicada al campo (así como la técnica y la sapiencia del campesino) y el uso de nuevas variedades y productos biológicos.
A lo largo del país hemos constatado que se impone revitalizar los movimientos de avanzada, que permitan reconocer y estimular a los mejores productores, a los que trabajan pensando en el pueblo, manifestó en Santiago de Cuba al comprobar los alentadores rendimientos alcanzados por campesinos y cooperativistas de varios municipios.
En su recorrido por Pinar del Río, donde evaluó la marcha de la producción tabacalera, Valdés Mesa expresó la necesidad de vincular la agricultura ecológica a la convencional, combinar ambas; hay que ponerles conocimiento, experiencia y corazón a las tareas, pues todo debemos hacerlo conscientes de que no podemos fallar y no existe margen al error, dijo.
Particularmente en Mayabeque llamó a rescatar los productores de arroz, caña y cultivos varios con el propósito de diversificar las cosechas a partir de técnicas novedosas, y prestar atención al abastecimiento de productos en puntos de ventas estatales y así como a la elaboración de alimentos para la gastronomía y su comercialización.
Hace unos días el vicepresidente cubano también supervisó, en el Complejo Industrial LABIOFAM, en La Habana, la construcción de la obra más importante de la Agricultura en estos momentos: una planta de tratamiento de residuales y un laboratorio destinado a garantizar las entregas de plaguicidas, fertilizantes y otros insumos.
Durante sus contactos con la base productiva de las mencionadas provincias ha insistido en ajustar rigurosamente las campañas de siembra a los ciclos de los cultivos, porque -en su opinión- sembrar fuera de época implica renunciar, desde un inicio, a un número significativo de toneladas por cuestión de rendimiento.
Valdés Mesa ha indicado además, lograr un mejor aprovechamiento de las áreas bajo riego, de las máquinas y de toda la infraestructura instalada en esas parcelas, y utilizar cada área disponible en función de la siembra, porque urge obtener más alimentos mediante el esfuerzo propio y las capacidades endógenas de los territorios.
Las bases productivas y el sistema empresarial deben tener conciencia de que sobre sus hombros pesa la alimentación del pueblo, especialmente en las circunstancias excepcionales que han generado la pandemia de la COVID-19 y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, dijo a los agricultores en sus recorridos por el país.
(Tomado de ACN)