Cuando Ariel González Moleiro repudiaba las recientes patrañas de quienes intentaban desestabilizar la tranquilidad ciudadana y el proyecto humanista de su Patria, reafirmaba que nadie podrá derrocar la libertad y la soberanía de la Revolución Cubana, defendidas a filo de machete desde la manigua redentora.
El ingeniero agrónomo considera que las batallas se ganan con valentía, dignidad y consagración, incluso, para desbrozar las malezas que quedan en el campo del quehacer socioeconómico cotidiano. Pero, enfatizó, que ningún enemigo de afuera, ni de adentro, podrá sembrar desorden público y cosechar mangos bajitos.
Y es que de convicciones profundas está enraizada la conciencia de este hombre de origen campesino que convirtió tierras enmarañadas por el marabú, en una finca no por casualidad llamada poco tiempo después La Provechosa, perteneciente al municipio cabecera de la provincia de Ciego de Ávila.
Esos suelos fueron testigos de rendimientos de alcance internacional en la producción de la frutabomba maradol roja, con 203 toneladas por hectárea. Allí, por primera vez en Cuba, se obtuvo semilla botánica de col, creada por especialistas del Instituto Nacional de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical (INIFAT) y cultivada por González Moleiro.
Otro éxito fue la fructificación de las plantaciones de cúrcuma, materia prima principal para la fabricación del bijol, dividendo que le facilitó, junto a otros lauros, la Triple Corona del Movimiento de la Agricultura Urbana.
En tanto, los frutos en la producción de semillas de alta calidad, merecieron premio relevante en el Forum Nacional de Ciencia y Técnica de dicho movimiento agrícola.
Son algunos de los resultados del guajiro que transformó su finca en polígono provincial de mejoramiento y conservación de los suelos, donde diversificó el cultivo del frijol y alcanzó récord productivo con la variedad nombrada Milagro Villareño.
En esas tierras también germinó el pensamiento innovador y la amistad con varias personalidades como el Doctor en Ciencias Adolfo Rodríguez Nodals, quien fuera director del INIFAT y luego jefe del Grupo Nacional de la Agricultura Urbana y Suburbana.
Tan fructíferas fueran las jornadas en La Provechosa que su principal labrador generalizó la experiencia en los surcos de Cubasoy, la empresa avileña de mayor superficie cultivable en el país.
Más tarde es designado para cambiar la imagen de lo que es considerado hoy el pulmón verde de la Ciudad de los Portales. El Complejo Parque Zoológico de Ciego de Ávila luce como nuevo a casi seis décadas de fundado con un restaurante, una tienda para los niños, la heladería y otros locales nuevos o remodelados.
Antes de que el coronavirus limitara el acceso a sus instalaciones, el colectivo extendió las actividades a los 10 municipios avileños, mediante el proyecto denominado El zoológico en tu comunidad, un espacio para la educación ambiental y la recreación sana de los pequeños.
Por tan fructífera trayectoria, Ariel González Moleiro reafirma que ningún hecho vandálico contra su Patria lo hará renunciar a su fecunda historia de vida como productor agrícola de vanguardia, dirigente juvenil, delegado del Poder Popular y cuadro destacado del sistema empresarial.
Acerca del autor
Licenciado en Comunicación Social. Economista y periodista. Escribe sobre asuntos económicos, agropecuarios, de la construcción y la cultura. Multipremiado en concursos de periodismo, festivales de la radio y otros eventos. Atesora las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gomez García, los sellos Laureado y 50 aniversario del periódico Trabajadores, y la Moneda Conmemorativa 60 aniversario de la UPEC.