Mientras vacaciona en España y refuerza las críticas contra el presidente Alberto Fernández, el exmandatario argentino Mauricio Macri está hoy en el ojo del colimador por una grave denuncia del gobierno de Bolivia.
Un escándalo internacional que pone a su país en la mira por otro episodio bajo su gestión salió a la luz en las últimas horas y se regó como pólvora: la complicidad, con material bélico de su gobierno en el golpe de Estado contra Evo Morales, en 2019.
El Macri que hasta hace pocos días señalaba en una carta ser un perseguido político y acusa al actual Ejecutivo de buscar venganza por una causa en la cual su empresa familiar Correo Argentino debe una deuda millonaria al Estado hace 20 años, vuelve a la palestra por otro lamentable episodio.
Si para muchos fue demasiado endeudar al país hasta los tuétanos con el Fondo Monetario Internacional, con el añadido de múltiples capítulos como las denuncias por espionajes a un gran arco de personalidades desde los servicios de inteligencia, su contribución con material bélico enviado a Bolivia es la gota que rebosó la copa, afirman especialistas.
Una carta dejó al descubierto la sociedad de su gobierno con los golpistas. La denuncia brotó tras una carta del comandante general de la Fuerza Aérea de Bolivia, Jorge Gonzalo Terceros Lara, enviada al exembajador argentino Normando Álvarez García.
La carta, difundida por el Ejecutivo boliviano, pone en evidencia cómo el gobierno macrista aportó equipamiento y material para reprimir las protestas sociales que se sucedieron por parte del gobierno de facto de Jeanine Añez.
El documento detalla varios materiales de agentes químicos como gases lacrimógenos en spray y granadas de gas, además de 40 mil cartuchos AT 12/70.
Tras la denuncia en una rueda de prensa, el canciller boliviano, Rogelio Mayta, declaró al canal argentino C5N que quedan muchas preguntas y por respeto a las muertes que dejaron aquellas manifestaciones tocara esclarecer lo sucedido.
“En estas situaciones de graves violaciones de derechos humanos la verdad se va decantando”, dijo.
Mayta recordó que Evo Morales dejó el gobierno el 10 de noviembre de 2019. Este material bélico, agregó, llegó para consolidar el gobierno de facto de Añez por la fuerza.
La respuesta del presidente Alberto Fernández no se hizo esperar. El mandatario, quien fue protagonista para poder sacar con vida de Bolivia a Morales, refugiado político en Argentina hasta el triunfo de Luis Arce, pidió disculpas a ese pueblo y expresó dolor y vergüenza.
El jefe de Estado subrayó que estos hechos están siendo analizados por un grupo interdisciplinario de expertos independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
“Guardo para tranquilidad de mi conciencia haber hecho cuanto estuvo a mi alcance para preservar la vida de Evo Morales, Álvaro García Linera y muchos otros hermanos bolivianos asesinados por los golpistas. Nuestras democracias están fuertes. Tenemos que seguir trabajando juntos para consolidarlas”, manifestó en su misiva.
Por su parte, el presidente Luis Arce repudió el apoyo de Macri al golpe y ratificó los lazos de hermandad con el pueblo argentino.
Reconocemos la solidaridad del hermano presidente Fernández, así como su compromiso con la memoria, la verdad y la justicia, dijo en un mensaje en Twitter.
Estupor generó una noticia muy sensible para los argentinos, que durante varios años fueron víctimas de golpes de Estado que condujeron a sangrientas dictaduras.
El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel señaló que esta acción merece condena por delitos de lesa humanidad y congratuló a Fernández por pedir disculpas a los bolivianos en nombre todos.
En tanto el canciller Felipe Solá manifestó: un mes antes de dejar el gobierno, el expresidente Macri envió a las Fuerzas Armadas de Bolivia material necesario para que estas reprimieran a los partidarios de Morales. Evo fue obligado a renunciar.
Otros de los que sumaron su voz de repudio fue el senador Jorge Taiana, quien también pidió disculpa a Bolivia en nombre de los argentinos.