Afectado por la situación epidemiológica más compleja del país, el territorio de Matanzas aplica un nuevo paquete de medidas en su propósito de contener el peor de los cuatro brotes de COVID-19 que la han azotado, hoy con más de 2 mil pacientes activos.
En tal panorama, resulta vital la acción del movimiento sindical matancero en los centros laborales, aseguró Osmar Ramírez Ramírez, secretario general del Comité Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
A juicio del dirigente, se trata de propiciar ambientes laborales seguros, totalmente saludables, donde se garantice el rigor en el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad. “Para ello, los sindicatos en la base deben exigirle a la administración total respaldo de las medidas para garantizar se proteja la salud de los empleados y la de la economía”, instó.
“Es la hora de los sindicatos, de estar atento antes descuidos o violaciones. No podemos seguir poniendo en riesgo el bienestar de nadie”, dijo Ramírez Ramírez a Trabajadores, al término de un recorrido por la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, la planta yumurina que a causa de una nueva avería salió del Sistema Electroenergético Nacional.
“Sabemos que por el lugar que ocupan en la producción de bienes y de servicios, hay muchos trabajadores expuestos a contraer el Sars Cov-2, pero eso no es justificación para la ocurrencia de brotes. Donde esto sucede, hay indisciplinas, irrespeto a los protocolos higiénico-sanitarios”, reconoció.
El secretario general ponderó colectivos laborales donde el cumplimiento cabal de lo indicado lo mantiene a salvo, como tácita demostración de que sí se puede evitar el contagio. “Hay que seguir pesquisando a la entrada y salida, es una alternativa imprescindible para evitar la entrada del virus o llevarlo a nuestras casas”, insistió.
Ramírez Ramírez advirtió que de la misma manera que a los directivos toca hacer su parte, a los empleados corresponde hacer suyas las regulaciones de Seguridad y Salud, usar métodos seguros en sus faenas, colaborar en la erradicación de las condiciones inseguras en el entorno laboral y en la identificación y evaluación de riesgo para el mejoramiento de las condiciones de trabajo.
Expresó la urgencia de seguir impulsando el trabajo a distancia en un momento que pide a gritos el mayor aislamiento social posible. “Todavía en los colectivos laborales se observa personal, que sería más útil desde sus hogares”, acotó.
Reiteró la relevancia de Matanzas en la estructura económica del país, otra razón, dijo, para controlar la COVID-19 en una provincia hoy con la mayor tasa de incidencia de la enfermedad. “Estamos frente a una batalla dura, pero saldremos adelante”, aseguró.
Brotes de la COVID-19 vinculados a centros laborales aportan complejidad al control de la pandemia en el país, una tendencia que no es menos en Matanzas, provincia muy vulnerable por su elevada concentración de fuerza en sectores como el turismo, el petróleo y la construcción.