Canalizar a instituciones cercanas, no solo de la provincia de Artemisa sino del resto del occidente del país, la totalidad de los pacientes del Hospital General Docente Comandante Pinares es la medida ingente, que desde horas de la mañana se adopta en el municipio, tras vivir un sismo perceptible de 5.1 grados registrado por la Red de Estaciones del Servicio Sismológico Nacional (ESSN).
Desde las once de mañana de este 29 de junio se constató el movimiento telúrico localizado en las coordenadas preliminares 22.78 grados de latitud norte y los 83.22 grados de longitud oeste, con una profundidad de 5 km, situado a 17 km al noroeste de San Cristóbal, uno de los 11 municipios de la provincia.
Paredes quebradas, falsos techos caídos, ventanales destruidos, escaleras agrietadas, puertas caídas… y los nervios a flor de piel, además de un movimiento increíble de pacientes, trabajadores y familiares se reportaron desde este territorio occidental, aunque también fue perceptible en Candelaria y Artemisa, refieren los pobladores.
De forma inmediata acudieron al centro las máximas autoridades de la provincia, y los servicios especializados de los bomberos, la Cruz Roja, Sismología, la Defensa Civil, Transporte, el Ministerio del Interior y otros no se hicieron esperar ante el movimiento telúrico que deja huellas en la institución de Salud, inaugurada en 1982.
Según Yeilyn Ortega Ramos, al frente del Servicio de Psiquiatría, único de su tipo en la provincia, le dio el alta médica a los 11 pacientes allí ingresados, pues la cuarta planta donde se encuentra su sala, desde los falsos techos hasta las iluminarias, la cristalería sufrió muchos daños, pero más aún el policlínico contiguo al hospital, el cual quedó muy destruido, de ahí la imperiosa necesidad de evacuar al resto de los pacientes, con criterio de hospitalización.
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Asimismo, llegan reportes de otros perjuicios en centros laborales y de servicios de este municipio como tiendas Caribe y Cimex, mientras en otros multifamiliares sus vecinos asumieron actitudes preventivas. Este es el sismo número cuatro de este complejo y epidémico año 2021.
Según información rastreada en perfiles de redes sociales se conoce de perceptibilidad también desde La Habana, Pinar del Río e la Isla de la Juventud, mientras Carlos Hernández Capote, observador de la estación sismológica de Soroa, en Candelaria, Artemisa, expresó que “al evento también se sucedieron varias réplicas no perceptibles”.
El especialista dijo, al periódico provincial, que San Cristóbal se encuentra en la Falla de Pinar de Río, en la zona montañosa y donde es muy usual la ocurrencia de movimientos telúricos.
“Aún la alerta permanece para este 30 de junio, pues por lo que hemos visto en el Oriente del país, al día siguiente de la ocurrencia de un terremoto se puede sentir alguna réplica, casi siempre menor, por lo cual debemos conservar la calma y mantenernos alertas”, aclaró.
“No hay peligros de tsunami, pues el epicentro del sismo no estuvo en el mar, sino en zona terrestre”, explicó Hernández Capote; en tanto aún se contabilizan todos los daños materiales en el municipio sancristobalense por este sismo que no afectó ni una vida humana entre los artemiseños.